Las FARC firman el adiós a las armas

Sandra López E. LA VOZ

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El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, estrecha la mano al líder de las FARC, Timoleon Jiménez, conocido como Timochenko
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, estrecha la mano al líder de las FARC, Timoleon Jiménez, conocido como Timochenko ADALBERTO ROQUE | AFP

Un apretón de manos histórico entre Santos y Timochenko selló el acuerdo en Cuba

24 jun 2016 . Actualizado a las 00:34 h.

Las FARC se comprometieron ayer a cesar la guerra, dejar las armas y reincorporarse a la vida civil tras la firma ayer en La Habana del histórico pacto de alto el fuego bilateral y definitivo por parte del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el jefe máximo de la guerrilla, Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko

«Nos llegó la hora de vivir sin guerra», afirmó Santos, quien desde su llegada al poder en el 2010 ha buscado la paz con la milicia marxista Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. «Después de 50 años de enfrentamiento hemos puesto un punto final al conflicto armado», anunció, antes de aclarar que «nunca hemos estado de acuerdo con la visión que tienen la FARC, pero los vamos a respetar».

Timochenko empezó y terminó su discurso diciendo «que este sea el último día de la guerra» y reafirmó que, luego de la firma final del acuerdo -que tendrá lugar en Colombia-, las FARC harán política sin armas.

Como testigos estuvieron seis presidentes latinoamericanos, entre ellos el anfitrión, Raúl Castro, Nicolás Maduro, Michelle Bachelet y Enrique Peña Nieto, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que aplaudieron de pie el momento de la firma. Ante una pantalla gigante instalada en el centro de Bogotá centenares de personas siguieron emocionados el acto de La Habana. «Ha sido un recorrido dramático... millones y millones de víctimas, pero ha llegado al momento de la esperanza», dijo Camilo González, un exfuncionario que no pudo reprimir las lágrimas.

En un comunicado leído por el garante por Cuba, Rodolfo Benítez, las FARC anunciaron que cinco días después de la firma del acuerdo final, sus «distintas misiones, comisiones, y unidades tácticas de combate» iniciarán el desplazamiento hacia las 23 «zonas transitorias de normalización» y 8 campamentos, que serán establecidas en las próximas semanas. En estos lugares, los guerrilleros se concentrarán para su progresiva reintegración a la vida civil, a la cual se incorporarán sin armas y de civil. 

Observadores españoles

En esas zonas nadie podrá portar armas y a ellas no podrá ingresar población civil. Tendrán un cerco de protección de un kilómetro y la entrada de la policía y las autoridades estará sujeto a la aprobación de lo que han llamado un mecanismo tripartito integrado por representantes del Gobierno, de las FARC y del componente internacional, donde estarán entre otros la ONU y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). Unos 50 observadores españoles participarán como observadores en esa misión especial del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que verificará el cumplimiento de los acuerdos.

Las FARC se comprometieron además a entregar de las armas a la ONU en tres etapas: un 30 % 90 días después de la firma final, otro 30 % a los 120 días y el restante 40 % a los 150 días. El organismo internacional se encargará de fundir estas armas con las que se elaboraran tres monumentos.

El pacto firmado ayer en La Habana es el quinto de una agenda de seis puntos que se comenzó a negociar en octubre del 2012. Luego de haberse puesto de acuerdo parcialmente en los temas políticas de desarrollo agrario, participación política, solución al problema de drogas ilícitas y reparación a las víctimas quedan pendientes aún 42 salvedades que se hicieron a estos puntos.