Obama, listo para despejar el camino de Hillary Clinton hacia la Casa Blanca
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La exsenadora celebra su triunfo como un hito histórico para las mujeres de EE.UU.
09 jun 2016 . Actualizado a las 19:19 h.Donald Trump e Hillary Clinton han dado por abierta la pelea por la Casa Blanca, el primero con la tarea de lograr el beneplácito del Partido Republicano y su rival demócrata con la mira puesta en ganarse a los seguidores de Bernie Sanders, reacio a dar por perdida la batalla. Barack Obama, que hasta ahora había sido neutral, habló por teléfono tanto con Sanders como con Clinton, a quien se espera que apoye oficialmente en cuestión de horas o días. El presidente tiene hoy una cita en la Casa Blanca con el senador, su principal objetivo será convencerlo de que ponga fin a una lucha inútil y que implique a sus votantes en la misión de derrotar al enemigo republicano. Aunque, escuchando «lo que Sanders tenga que decir», según la Casa Blanca.
La noche del martes fue la gran noche de Hillary Clinton. «Hemos alcanzado un hito. Por primera vez en la historia de nuestra nación una mujer será la candidata de un partido importante», proclamó ante una multitud de fieles en Brooklyn. Acababa de ganar en cuatro de las seis estados que celebraban primarias el martes, pero sobre todo, acababa de vencer en California, donde Bernie Sanders había puesto todas sus esperanzas. «Esta victoria no es solo sobre una persona -dijo- es de una generación de mujeres y hombres que se sacrificaron para que fuera posible».
Clinton recordó a las estadounidenses que en Seneca Falls se reunieron en 1848 para denunciar la falta de derechos de las mujeres. Su triunfo llega 96 años después de la aprobación del voto femenino, cien desde que Jeannette Rankin lograra ser la primera congresista y 144 después de que una mujer se presentara como candidata para luchar, precisamente, por el derecho al voto.
Camino complicado
Pero si el camino para que una mujer sea candidata a la Casa Blanca no ha sido fácil, tampoco lo ha sido la travesía de Clinton por las primarias de este 2016. A pesar de que comenzó su campaña como indiscutible favorita, Sanders se convirtió en un inesperado rival. En estos meses, la exsenadora ha ganado en 28 estados frente a los 22 que ha conseguido su oponente. Ha recibido casi 16 millones de votos mientras que Sanders se ha quedado con algo más de doce millones. Y en cuanto a delegados, Clinton tiene 2.755 de los que 571 son superdelegados, y el senador de Vermont, 1.852, de ellos 48 superdelegados. Los datos no ofrecen dudas sobre quién ha sido el vencedor, pero lo ocurrido estos meses envía otra sensación diferente. Sanders comenzó siendo un desconocido y ha acabado convirtiéndose en el líder de la justicia social y el descontento contra el sistema. Hillary Clinton no se ha quitado el cartel de político del establishment.
Presión sobre Bernie Sanders para que tire la toalla
Unas horas después del discurso de Hillary Clinton, Bernie Sanders se dirigió a sus seguidores y lo hizo en el mismo tono y el mismo eslogan que ha utilizado hasta ahora. Prometió que no se retirará hasta la convención demócrata de julio, incluso cuando dos de sus principales apoyos en el Congreso le han aconsejado que es hora ya de tirar la toalla y apoyar a la rival.
Pero la insistencia de Sanders tiene una explicación. Para empezar no tiene nada que perder ya que a sus 74 años no cuenta con más posibilidades de intentar alcanzar la presidencia. Pero, sobre todo, posee algo muy valioso, el enorme movimiento popular que se ha generado alrededor de él y los millones de votos que eso supone. Su intención al retrasar el apoyo a su rival es negociar con esa baza para lograr algunos de los objetivos políticos que él proponía como programa electoral. El primero de ellos sería acabar con el sistema de superdelegados que califica de antidemocrático y que, claramente, le ha perjudicado en estas elecciones. Pero también quiere compromisos por parte de Clinton sobre las reformas que él cree que son necesarias para controlar a las compañías financieras y demanda una postura gubernamental menos favorable a los tratados comerciales de EE.UU.
Los jefes de campaña de ambos políticos se han reunido ya para discutir estas cuestiones y seguirán haciéndolo. Paralelamente, algunas de las principales figuras del Partido Demócrata también han comenzado a trazar puentes entre ambos. Una de ellas es la senadora Elizabeth Warren que, políticamente, está muy cerca de las posiciones de Sanders y de la que se especula que podría formar tándem con Clinton para las elecciones. También está mediando Harry Reid, el jefe de los demócratas del Senado.