Sanders espera contra pronóstico arrebatarle una victoria que le permite sumar apoyos de los superdelegados
07 jun 2016 . Actualizado a las 07:36 h.Hoy es el último gran día de primarias. Los demócratas votan en seis estados, aunque es California el que atrae todas las miradas, que reparte 475 delegados comprometidos, el número más alto en todo Estados Unidos. En el gran estado de la costa oeste tiene puesta Bernie Sanders su última esperanza de llegar a la convención demócrata con alguna opción de arrebatar la nominación a Hillary Clinton.
La exsecretaria de Estado ganó el pasado domingo en Puerto Rico, con lo que alcanzó los 2.357 delegados, de los que 1.809 son comprometidos. Según el cómputo de la agencia Associated Press, estaría a solo 26 de lograr el número mágico: 2.383, que alcanzará sin ninguna duda hoy en Nueva Jersey, donde las encuestas le son muy favorables.
Pero el senador de Vermont sigue decidido llevar su envite hasta el final. Según ha explicado el pasado fin de semana, su estrategia pasa por ganar en California, donde, según los sondeos, está empatado con Clinton, y con esta baza intentar convencer a los superdelegados para que se inclinen por él. A diferencia de los delegados comprometidos, que salen de las primarias y están obligados a votar por su candidato, los superdelegados son altos cargos del partido que pueden votar por quien quieran. Hasta ahora, y también según el cómputo de Associated Press, de los 712 superdelegados, 548 han declarado que votarán por la ex secretaria de Estado, mientras que solo 46 han decidido apoyar al senador.
Si Sanders gana en California, donde ningún demócrata que haya llegado a la Casa Blanca ha perdido nunca, se aferrará al argumento de que las encuestas le dan una ventaja mucho mayor que la de Clinton frente a Donald Trump en noviembre.
Con esta esperanza sigue adelante, lo que de paso está provocando un desgaste innecesario en el caso más probable de que la ex primera dama sea la candidata. Pero ni siquiera las cada vez más frecuentes presiones de la dirección del partido para que abandone han hecho mella en él. El último en opinar fue el líder del Senado, Harry Reid, que le ha instado a abandonar después de hoy: «A veces solo hay que darse por vencido», dijo Reid.
Pero Sanders no solo continúa en sus trece, sino que ha redoblado sus ataques. Desde el domingo introdujo un nuevo frente al criticarla porque, mientras fue secretaria de Estado, la Fundación Clinton, creada por su marido pero en la que ella participaba, recibió donaciones de países extranjeros, «incluso de dictaduras», aseguró.
Clinton, sin embargo, está evitando escrupulosamente pedirle a Sanders que abandone, ya que ella también resistió hasta el final cuando en el 2008 se batió con Barack Obama.