El abandono de Latam aísla a Venezuela del resto de América

PEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

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CARLOS GARCIA RAWLINS | Reuters

Los impagos del Gobierno ahogan la actividad de las aerolíneas

31 may 2016 . Actualizado a las 07:23 h.

Latam, la aerolínea resultante de la fusión de la brasileña TAM con la chilena LAN, es la última en abandonar Venezuela, cansada de lidiar con una deuda milmillonaria en dólares en un mercado con una capacidad anémica de atraer pasajeros.

Latam canceló todos sus vuelos con Santiago de Chile, São Paulo y Lima, según indicó, «hasta nuevo aviso», lo que deja en la práctica incomunicada a Venezuela con el sur del continente, pues a través de estas capitales la aerolínea conectaba con otros muchos destinos. No obstante, la empresa «considera Venezuela un mercado relevante» y «trabajará para regresar a esta plaza en cuanto las condiciones globales lo permitan». Latam se va por razones similares a las que la víspera llevaron a la alemana Lufthansa a cancelar el vuelo diario entre Fráncfort y Caracas, la imposibilidad de repatriar las ganancias obtenidas en el mercado venezolano por culpa del control cambiario y la escasez de divisas.

Las aerolíneas internacionales han ido retirándose de Venezuela desde el 2014, por la imposibilidad de convertir en dólares los pasajes que han vendido en bolívares en años anteriores. Así se han marchado, entre otras, Air Canadá, la brasileña GOL, Alitalia (que se fue y volvió, pero redujo considerablemente sus frecuencias)... y así hasta otras 23 aerolíneas. En total, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) cifra la deuda del Gobierno con las operadoras por este motivo en unos 3.300 millones de euros.

El Gobierno venezolano oscila intermitentemente entre no reconocer la deuda y pedir una dilación del plazo, o canjearla por bonos con importantes descuentos que implicarían importantes pérdidas para las aerolíneas.

La Asociación Venezolana de Viajes y Turismo (Avavit) estima que la oferta de plazas para entrar y salir del país por vía aérea se redujo en un 80 % desde ese año. Además, la mayoría de las compañías que aún continúan operando en Venezuela han comenzado a cobrar solo en dólares y no hacen ofertas: las tarifas son, invariablemente, las más altas para cada destino. Así, los venezolanos ven restringidas sus opciones a viajar con líneas aéreas nacionales o con la estatal Conviasa, que frecuentemente suspende sus vuelos sin previo aviso, dejando a centenares de pasajeros en tierra.

La colonia española

La portavoz de una agencia de viajes de Caracas, que trabaja sobre todo con la colonia española y con viajes a las islas del Caribe, cifró la caída de sus ventas «en más de un 90 %». Confirma que sigue habiendo pasajeros que van a España, «porque pueden permitírselo o tienen familiares allá que les pagan los vuelos».

Pero los viajes internacionales de venezolanos y de hispano-venezolanos, al menos entre sus clientes, «se han reducido en la práctica a situaciones de emergencia familiar o de salud», indicó.