Cada año se pagan 1,75 billones de euros en sobornos, cerca del 2 % del PIB mundial

Europa Press

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JOSHUA ROBERTS | Reuters

El FMI alerta de que los «altos niveles de corrupción pública» evidenciados tras los recientes escándalos desvelados en numerosos países, afectan sobre todas las fases de desarrollo de la economía

13 may 2016 . Actualizado a las 19:08 h.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha alertado este miércoles de que anualmente se pagan entre 1,5 y 2 billones de dólares (1,31 y 1,75 billones de euros) en sobornos en el conjunto de economías desarrolladas y emergentes, una cantidad que representa aproximadamente el 2 % del PIB mundial. Así lo ha señalado la institución presidida por Christine Lagarde en su informe Corrupción: Costes y Estrategias de Mitigación donde estima que los costes económicos y sociales de la corrupción podrían ser potencialmente mayores.

El fondo ha alertado de que los «altos niveles de corrupción pública», evidenciados tras los recientes escándalos desvelados en numerosos países, afectan sobre todas las fases de desarrollo de la economía. «Mientras los costes económicos directos de la corrupción son bien conocidos, los costes indirectos podrían ser incluso más sustanciales y debilitadores, provocando un menor crecimiento y mayor disparidad en los ingresos», comenta la presidenta del FMI, Christine Lagarde, quien añade que la corrupción «debilita la confianza» depositada en los Gobiernos y «degrada los estándares éticos» de los ciudadanos.

El informe detalla que la corrupción debilita la capacidad recaudatoria de los estados, ya que perjudica la cultura del cumplimiento e incrementa la evasión fiscal. Además, al inflar los costes de las licitaciones públicas, disminuye la cantidad y la calidad del gasto público. Asimismo, como consecuencia de la menor recaudación, los países tienden a solicitar una mayor financiación a los bancos centrales, lo que tiende a provocar «sesgos inflacionistas» y a debilitar la supervisión y estabilidad del sector financiero.

Además, el FMI señala que la corrupción también genera un impacto negativo sobre el conjunto de la sociedad y el medio ambiente, al provocar que las partidas presupuestarias destinadas al gasto social y medioambiental sean más reducidas.

Cita la «Operación Malaya» entre sus recomendaciones

Entre sus recomendaciones para combatir la corrupción, el FMI ensalza la efectividad del marco regulatorio español contra el lavado de dinero, ya que durante la Operación Malaya «ayudó a identificar muchas empresas establecidas para el blanqueo de dinero». «Sin embargo, donde los marcos regulatorios son débiles, como en Ucrania, los líderes corruptos pueden transferir grandes cantidades al extranjero», afirma en el informe.

Por ello, dice que «se deben establecer nuevas instituciones especializadas» en aquellos lugares donde se haya demostrado que las existentes son corruptas y pide marcos legales «efectivos» contra el lavado de dinero. Además, el fondo insta a los diferentes gobiernos a adoptar estándares internacionales en lo que a transparencia financiera y fiscal se refiere, algo que considera como un «pre-requisito» para acabar con la corrupción.

«Teniendo en cuenta el impacto potencial de la corrupción sobre la estabilidad macroeconómica y el crecimiento, el FMI ha estado activamente comprometido en ayudar a sus miembros para diseñar e implementar estrategias anticorrupción», concluye Lagarde.