Las palabras del presidente extremeño confirman que Díaz y los barones críticos tan solo han dado una tregua a Sánchez que acabará cuando se conozcan los resultados de las elecciones
13 may 2016 . Actualizado a las 13:39 h.Solo un día después de que Pedro Sánchez fuera confirmado como candidato a la presidencia del Gobierno ante la ausencia de adversarios, volvió a quedar en evidencia la división que existe en el PSOE. Mientras el líder socialista reclamaba la unidad de «todos» los socialistas para ganar las elecciones, uno de sus barones más destacados, Guillermo Fernández Vara, vaticinaba que Susana Díaz se presentará a la secretaría general en el próximo congreso federal siempre que Sánchez no logre ser presidente del Gobierno tras el 26J. «Si está convencida de ello, hace bien», aseguró el presidente extremeño, que no escatimó elogios a su homóloga andaluza, de la que dijo que es «un valor importantísimo para este partido» y «comunica como nadie» y «ha sido capaz de, en una federación y una región como Andalucía, ganar unas elecciones de manera reiterada y eso tiene mucho mérito».
Estas palabras confirman que Díaz y los barones críticos, entre los que está Fernández Vara, tan solo han dado una tregua a Sánchez que acabará cuando se conozcan los resultados de las elecciones. Si el PSOE cae por debajo de los 90 escaños que obtuvo el 20D comenzará la operación para desplazarlo del liderazgo socialista. Algo que, por otra parte, ya intentaron tras la debacle electoral, pero se saldó con las duras condiciones que le impusieron en las negociaciones con Podemos.
Aludir, como hizo ayer el barón extremeño, al debate interno en la precampaña de unas elecciones en las que el PSOE corre el riesgo de ser sobrepasado por la alianza de Podemos e IU supone un torpedo en la línea de flotación del secretario general. Transmite que es un candidato que no cuenta con el respaldo de los barones y que tiene las horas contadas si no supera lo logrado el 20D.
Ahora no toca
Díaz no quiso entrar en el juego y rehusó concretar si estaría dispuesta a dar el salto a Madrid tras las elecciones. «Ahora lo que toca es España y no hablar del PSOE», afirmó. «Lo que tenemos que hacer todos es dejarnos la piel para que gane Pedro Sánchez y haya un Gobierno socialista», añadió. Sin embargo, fuentes de su entorno han dejado caer en reiteradas ocasiones que esta vez sí optaría al liderazgo del partido en el caso de que Sánchez no llegara a la Moncloa. Pese a que la relación que la presidenta andaluza mantiene con Sánchez, cuya actuación durante los cuatro meses que siguieron a las elecciones no ha dudado en criticar muy duramente, Díaz también se la juega el 26J, ya que si los socialistas no ganan en Andalucía ella misma perdería crédito para asaltar la secretaría general. Y no hay duda de que perder la hegemonía de la izquierda sería un varapalo para el PSOE, incluidos claro está los barones, que por ello se implicarán en la campaña.
«Bastante trabajo tengo como para enredarme en cuestiones internas. No me interesan», intentó zanjar Sánchez. «Lo que toca ahora es España, no hablar del PSOE», añadió. El secretario general hizo un llamamiento a la unidad para derrotar al PP, lo que consideró factible «si todos nos unimos en torno al gran partido del cambio, que es el PSOE». «España no se merece ser gobernada ni por la pereza de Rajoy ni por la intransigencia de Iglesias», afirmó. «Votando cambio, redirigiremos la historia, la vida social y política de este país», añadió. El líder socialista tiene por delante las elecciones más difíciles de su partido desde la instauración de la democracia y sabe que se la juega y que sus adversarios internos, con Díaz al frente, están a la espera para apartarlo.