El primer ministro británico citó destacados eventos de la historia europea del pasado, entre los que mencionó a la Armada española en 1588
13 may 2016 . Actualizado a las 12:41 h.Tras la pausa por las elecciones regionales y municipales británicas, David Cameron no perdió ayer el tiempo y, como un alumno aplicado volviendo a clase un lunes a primera hora, regresó con fuerza a la campaña para evitar un brexit. Esta vez advirtió que la salida de la UE amenazaría «la paz y la estabilidad» en Europa.
Directo a sus compatriotas, les dijo que si quieren mantener al país fuerte en el mundo, la pertenencia a la UE «es una de las herramientas que ayuda a conseguirlo». Pero también les señaló que el país necesita a Bruselas para repeler la beligerancia de Rusia y luchar contra el Estado Islámico.
El primer ministro tory no tuvo problemas en tirar de la historia en su discurso celebrado en un lugar simbólico, el Museo Británico, para mencionar tanto la destrucción de la Armada Invencible española en 1588, como las batallas de Trafalgar o Waterloo en 1815, las dos guerras mundiales y la caída del Muro de Berlín.
Cameron quiso así «exponer los grandes argumentos patrióticos para seguir» en la UE, tras unas semanas previas en las que solo se centró en los perjuicios económicos. «¿Vale la pena el riesgo? Yo nunca sería tan temerario como para darlo por sentado», recalcó. Invocó la memoria de Winston Churchill para defender que «el aislacionismo nunca ha sido bueno para este país».
Argumentó que si las cosas van mal en el Viejo Continente, el Reino Unido no es inmune a las consecuencias. Tiró además de hemeroteca y de ejemplos tan claros como «las hileras de lápidas blancas en los cementerios de la Commonwealth», como testimonio silencioso del precio que los británicos han pagado para restaurar la paz y el orden en Europa.
Los sondeos vuelven a estar más ajustados con un 42 % partidario de quedarse, frente a un 40 % que se iría. Eso obliga a Cameron a poner toda la energía en la campaña antes del 23 de junio, para evitar pasar a la historia como el primer ministro que sacó a Reino Unido de Bruselas.
Ayer contó con la ayuda del exjefe de los servicios británicos de espionaje MI6 sir John Sawers, quien también alertó también de que abandonar la UE haría a Londres «menos seguro» y también dejaría al país fuera de «asuntos cruciales» en el acceso a información.
El exalcalde de Londres Boris Johnson reaccionó reprochando a su compañero de partido que no había conseguido la prometida reforma de la UE y que una mayor integración dentro de la zona euro amenazaría la autonomía y soberanía británicas. «Debemos dejar de engañar a los ciudadanos británicos», le espetó.