Los 557 muertos de noviembre enfrían una relajación de restricciones antes del puente de la Constitución
24HORAS
El Principado sopesa suavizar algunas medidas, pero no sería antes de la próxima semana. El Ejecutivo autonómico y Otea se dan 48 para pactar la reapertura de la hostelería
02 dic 2020 . Actualizado a las 21:34 h.La saturación diaria de cifras hace que, en ocasiones, se pierda la perspectiva de la gravedad de la situación. Los datos de los últimos días evidencian que Asturias ha logrado aplanar la curva de incidencia del coronavirus, pero el escenario sigue siendo complicado y se mantendrá así en las próximas semanas. Hay un dato demoledor que frena cualquier tipo de optimismo: en noviembre fallecieron en el Principado 557 personas por Covid-19, más que entre marzo y octubre. Además, se han contagiado 11.156 en el mismo periodo. En este escenario, Salud debe prorrogar el decreto de medidas restrictivas, que caduca el 3 de diciembre, aunque ya ha enfriado la posibilidad de una relajación masiva de restricciones antes del puente de la Constitución. Sí que baraja suavizar algunas medidas a partir de la próxima semana. En cuanto a la hostelería, el Ejecutivo autonómico y Otea se han dado 48 horas para pactar la reapertura.
Los últimos datos facilitados por el Principado señalan que en Asturias fallecieron 1.006 personas por coronavirus desde que se declaró la pandemia. El 31 de octubre habían perdido la vida en la región por esta causa 449 personas, por lo que el dato evidencia lo devastadora que está siendo la segunda ola en la región. Y aunque parece que las duras medidas aprobadas desde hace ya más de un mes -cierre perimetral de Oviedo, Gijón, Avilés, Langreo, San Martín del Rey Aurelio y Laviana; el de toda la comunidad autónoma, el toque de queda y el cese de toda actividad no esencial- están dando resultados y la incidencia está contenida, las autoridad sanitarias advierten de que los ingresos y los fallecimientos seguirán en cifras altas las próximas dos semanas. De ahí que no tengan intención de bajar la guardia.
El actual decreto de cierre de toda actividad no esencial, que ya ha sido prorrogado en una ocasión, finaliza el día 3 de diciembre, por lo que el Principado deberá aprobar una nueva prórroga. Y todo apunta a que ahí no habrá grandes cambios. No hay fecha para la reunión del comité de seguimiento de la Covid-19 y, tras la reapertura del pequeño comercio la semana pasada, no está previsto que las medidas de flexibilización que baraja el Ejecutivo se tomen antes del Puente de la Constitución. Tampoco para la hostelería, aunque Gobierno y Otea se han dado 48 horas para pactar las condiciones de la reapertura del sector.
La próxima semana sí que podría haber novedades en cuanto a la flexibilización de medidas. Es pronto para saber las intenciones concretas, pero esa relajación de las restricciones podría materializarse en el levantamiento de los cierres perimetrales de algunos concejos -no el de toda la comunidad autónoma-; la reapertura de la cultura, aunque sea con condiciones; los concesionarios o las grandes superficies.
Reunión con Otea
El Gobierno asturiano y la patronal hostelera Otea han acordado volver a reunirse en 48 horas de cara a intentar llegar a acuerdos «para seguir avanzando», según ha señalado el consejero de Salud, Pablo Fernández Múñiz. Los establecimientos hosteleros asturianos llevan cerrados desde el 3 de noviembre, cuando Fernández publicó una resolución por la que se establecía el cierre de toda actividad no esencial. La norma fue prorrogada el día 18 de noviembre por quince días más. Es decir, su vigencia terminaría este jueves 3 de diciembre.
En un contexto de una serie de protestas de profesionales de la hostelería por toda Asturias, que piden poder abrir con todas las medidas que sean necesarias, Fernández se ha reunido con la patronal hostelera. Sin embargo, una vez finalizado la reunión no se han anunciado fechas concretas sobre la reapetura, sobre la prolongación de las restricciones o de cara a posibles vías intermedias. En ese sentido, el consejero ha indicado que la situación sanitaria se va a prologar durante meses «en el mejor de los casos», por lo que es necesario «consensuar condiciones y medidas».
Unas medidas, ha indicado, que serán «restrictivas pero que en lo posible serán las que menos daño pueden hacer a la hostelería y las más razonables desde el punto de vista de la salud pública». Así, Fernández ha señalado que administración y patronal han acordado volver a reunirse en 48 horas para «intentar llegar a acuerdos para seguir avanzando». Sobre la mesa, propuestas como abrir en un horario limitado -en algunas comunidades se plantea hasta las 18.00 horas- o que sea exclusivamente en terrazas.
Alerta ante una posible tercera ola
Rafael Cofiño, director general de Salud Pública, ha señalado en este sentido que «una eliminación brusca» de las medidas restrictivas decretadas en Asturias, supondría un riesgo que podría hacer llegar «demasiado pronto» la tercera ola de la pandemia. No obstante, el Gobierno regional está trabajando en la adopción de nuevas medidas aperturistas como la que permitió la reapertura del pequeño comercio pese a que «en puridad» no se deberían adoptar mientras Asturias continúe en el nivel de alerta 4 en el que todavía se sitúa, según Cofiño.
«Me preocupa que se genere incertidumbre sobre si las decisiones se toman con base científica y se dé una imagen de improvisación cuando detrás hay un trabajo técnico», ha subrayado tras defender el trabajo y el esfuerzo de su departamento ante una situación muy complicada y emplazar a los parlamentarios a reflexionar sobre qué se ha hecho con Salud Pública en los últimos 30 años dado que dispone de menos recursos que otros ámbitos sanitarios. A su juicio, tanto el combate contra la primera como contra la segunda ola ha sido «una derrota» dada la cifra de contagios y de muertes pero, ha recordado, cuando a mediados de octubre se lanzaba un mensaje de contención basado en recomendaciones por la negativa evolución de los datos, aún había quien preguntaba «por qué no se podían celebrar comuniones».
Pese al descenso de la incidencia en las últimas semanas, Asturias sigue en ese nivel de alerta 4 -transmisión comunitaria no controlada ni contenida que excede las capacidades de respuesta del sistema sanitario-, ha incidido antes de recordar que el ascenso más tardío que tuvo Asturias respecto a otras comunidades hará que también el descenso se produzca más tarde. Así, ha advertido de que autonomías donde comenzó a frenarse antes la segunda ola, han tenido repuntes que, en caso de darse en Asturias, podrían generar una situación «crítica» para el sistema sanitario datos que todos los indicadores constatan que la coyuntura sigue siendo de muy alto riesgo para la región y que la transmisión del virus es muy alta y con gran incidencia entre los mayores de 65 años, muchos de los cuales aún no han pasado la enfermedad.
Además, ha alertado de las falsas expectativas que suponen pensar que, si se controla la situación en Navidad, «las cosas irán mejor» o que la pandemia estará superada en enero cuando llegue vacuna dado que aún habrá «bastantes meses» de convivencia con el virus. «Ciertas medidas tendrán que ser enlentecimiento de forma global, ¿será posible sin medidas restrictivas?, ojalá, porque no hay nada más doloroso que haber tomado medidas como las del 3 de noviembre, pero también digo que las de 14 de octubre no sirvieron», ha añadido.
Cofiño ha puesto como ejemplo un estudio realizado en la región británica de las Midlands, con una evolución de la pandemia similar a la de Asturias, que realiza proyecciones sobre las consecuencias de no adoptar medidas como las aplicadas en el Principado y que refleja que, en ese caso, la mortalidad -que ha provocado más de 500 muertes en un mes- se habría «disparado».
El director general ha insistido además en que el cierre de toda actividad no esencial aplicado el 4 de noviembre buscaba reducir la interacción social y la movilidad tras constatar que no se había logrado con las recomendaciones de mediados de octubre, un objetivo que, ha admitido, no se ha conseguido tampoco esta vez en la medida en que buscaban las autoridades sanitarias.
De ahí, ha apuntado, que no se permitiese la actividad en sectores como el comercio donde, a priori, existe poco riesgo de contagio si se toman las medidas de seguridad necesarias, pero ha reiterado que la medida que mejor funciona es «el confinamiento estricto» que el Principado planteó al Gobierno central y que no fue aceptado por el Ministerio de Sanidad, informa EFE. «Ir al teatro tiene poco riesgo, pero que se mantenga supone interacción y movilidad que puede generar riesgo por lo que se optó por paralizar la actividad unos días para conseguir, al menos, la situación que tenemos actualmente», ha apuntado Cofiño.