Las matemáticas han pasado de ser un laboratorio de «raritos» a ser una de las profesiones más versátiles en la que casi no hay paro. Sus aplicaciones en la industria y en la tecnología tienen mucho que ver, pero también el esfuerzo de sus científicos por divulgarla. Como Peregrina Quintela, aunque la catedrática, modesta, le reste valor, que ya se sabe que hasta los números son interpretables
Susana Luaña