Los coruñeses acudieron durante la jornada festiva a los camposantos de forma discreta. Aprovecharon la tregua que dio el tiempo durante la mañana para hacerlo, ya que por la tarde la alerta por temporal dejó los cementerios casi vacíos. De hecho, en San Amaro, se cerró la entrada principal. Allí se celebró la tradicional ofrenta en la Cruz de los Olvidados, con una mención especial a la vida y obra de la poetisa coruñesa Luisa Villalta, y a los fallecidos en el accidente aéreo de Montrove, hace ahora 50 años.
Elena Silveira