De las lágrimas de Pepe con las gaitas en el Campoamor a las recetas de Nacho Manzano: así fue la prueba de «MasterChef» en Oviedo

La Capital Española de la Gastronomía fue protagonista a última hora del lunes en TVE. El séptimo programa de la temporada 12 de MasterChef celebró en Oviedo su prueba de exteriores, que fue acompañada de la repesca para el regreso al talent show culinario de uno de los concursantes ya expulsados. Las cocinas se instalaron frente a la catedral en un episodio grabado durante el pasado mes de febrero y que contó con gran expectación. 

El jurado del programa, formado por los chefs Pepe Rodríguez, Samantha Vallejo-Nágera y Jordi Cruz, presentó las bondades gastronómicas de la región. «Resulta imposible resistirse a la fabada, a un contundente cachopo o a las más de 100 variedades de quesos», alabaron en el vídeo introductorio. Tras él, jurado y concursantes entraron en el Teatro Campoamor, donde se produjo uno de los momentos más emotivos.

La Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo hizo un pasillo a los asistentes hasta el escenario e interpretó el himno de Asturias. Pepe Rodríguez no pudo contener las lágrimas de emoción. Tampoco Alberto, el guitarrista y apasionado de la música que aspira a convertirse en el ganador de MasterChef. «Pelos de punta», apoyaban otras concursantes.

En el mismo lugar en el que se entregan cada año los Premios Princesa de Asturias, los jueces presentaron la prueba y anunciaron la repesca de uno de los concursantes ya expulsados. Además, contaron con la presencia del reconocido chef asturiano Nacho Manzano, autor de los platos que los aspirantes tenían que elaborar en la prueba de exteriores. 

El Campoamor fue testigo también de la distribución de los equipos, rojo y azul. Cada uno de ellos fue el encargado de elaborar dos platos para las 110 personalidades de la ciudad que aguardaban en una carpa colocada en Porlier la llegada de las viandas. Entre ellos, la vicepresidenta del Principado de Asturias, Gimena Llamedo, y el alcalde de la ciudad, Alfredo Canteli. 

Antes de comenzar la prueba, Samantha, Pepe y Jordi conocieron los secretos de las gaitas de la mano de José Manuel Fernández Gutiérrez, Guti, director de la Real Banda de Gaitas Ciudad de Oviedo. Un momento cómico que los populares chefs no completaron con demasiado éxito.

Ya en las cocinas, el equipo azul elaboró dos recetas: ensalada de navajas y percebes y bogavante, judías y frutos rojos. La cocción de los percebes y el maltrato a los bugres pasaron factura en el veredicto final de la prueba. Por su lado, el equipo rojo hizo coliflor con almendra, caviar y limón y solomillo de vaca rubia con pesto de algas y ensalada. De los postres se encargaron los concursantes expulsados que luchaban por reengancharse al programa, con más y menos atino. 

Las valoraciones de los comensales fueron positivas para la mayoría de los platos. Además, MasterChef aprovechó el momento para hablar con el presidente de los hosteleros sobre el impacto de la capitalidad gastronómica y para celebrar el centenario de Casa Fermín, todo un clásico de Oviedo que puede presumir de haber conseguido la primera estrella Michelin de la región. «Un restaurante increíble», aseguró Samantha Vallejo-Nágera antes de proponer un brindis para celebrar su 100 cumpleaños. 

Una vez degustados los platos en la carpa instalada para la ocasión y recogidas las cocinas, los jueces y los aspirantes se trasladaron al Jardín de los Reyes Caudillos para dar a conocer el veredicto: el equipo ganador fue el rojo, capitaneado por Ángela. Además, Pepe, Samantha y Jordi decidieron dar una segunda oportunidad al exlegionario David. El equipo azul, por su parte, fue derecho a la prueba de eliminación y la polémica Samya acabó expulsada pero tendrá la oportunidad de volver.