La Voz de Asturias

Las empanadillas de moda y los dulces argentinos llegan a Oviedo con la apertura de La Celestina

La Voz de Oviedo

Esther Rodríguez Esther Rodríguez Redacción
María Celeste dejó Buenos Aires para emprender una nueva vida en Oviedo, donde ha abierto la pastelería La CelestinaMaría Celeste dejó Buenos Aires para emprender una nueva vida en Oviedo, donde ha abierto la pastelería La Celestina

El obrador acaba de abrir sus puertas de la mano de María Celeste Menéndez. La argentina cruzó el charco azul junto con su familia para conocer aún más los orígenes de su abuelo

28 Mar 2023. Actualizado a las 09:40 h.

La elevada subida de los precios, sumada a la crisis energética y demás consecuencias producidas por la guerra de Ucrania ha llevado a que hoy en día emprender se haya convertido en un auténtico reto. Sin embargo, hay personas que deciden lanzarse a la piscina y montar su propio negocio, puesto que está claro que quien no arriesga no gana. Quien sabe muy bien de ello es la argentina María Celeste Menéndez. Su abuelo, natural de Cangas del Narcea, ya desde bien joven puso rumbo a Argentina en busca de una vida mejor. Ahora es ella quien, a sus 45 años y tras ver que no había futuro ni seguridad en el país sudamericano, cogió las maletas y junto con su marido Mariano y sus dos hijas Álex y Nurith cruzó el gran charco azul hasta llegar a Oviedo, en donde acaba de comenzar un nuevo proyecto vital con la apertura de la pastelería La Celestina.

María Celeste siempre se sintió unida a Asturias. «Desde pequeña asistí en compañía de mis abuelos a las espichas que organizaba el Centro Asturiano de Buenos Aires, un lugar al que adoraba ir. Además, mi tía Margarita Menéndez fue reina de belleza del centro. Todo un orgullo para mí», asegura la argentina, quien «amaba la región sin apenas conocerla». Sin embargo, no fue hasta el año 2019 cuando se quedó completamente prendada de la región. «Fue la primera vez que estuve aquí y para mí fue un sueño hecho realidad. Su gastronomía, su música, sus tradiciones y sus bailes para mí son de toda la vida, al igual que los paisajes, que me resultaron desde un primer momento familiares», confiesa la argentina, quien regresó al Principio el noviembre de 2021 y lo hizo para quedarse.

«Aparte de que aquí tenemos muchos parientes cercanos, nos encanta la región para vivir, ya que no queríamos seguir haciéndolo en una gran ciudad como es Buenos Aires. Nos gusta la tranquilidad y el ambiente que hay aquí. Además, la situación en Argentina es muy difícil. No solo económicamente con la inflación y demás, sino que hay mucha inseguridad. Cosa que aquí no pasa. Tú puedes salir a la calle sin ningún tipo de problemas, mientras que ahí tienes que estar con cuatro ojos para evitar que te roben o te lastimen», cuenta María Celeste.

Empezar desde cero y emprender

Tras disfrutar de Asturias «en todos los sentidos», y con la ayuda de su familia, tanto la asturiana como la argentina, María Celeste decide montar una pastelería en Oviedo. «Yo no me veía trabajando para alguien. Tengo mi estilo y mi forma de hacer las cosas, entonces era la única manera que tenía de arrancar. Además, aposté por la capital asturiana porque empezar desde cero en un pueblo hubiera sido más complicado», asegura la de Buenos Aires, antes de aseverar que nunca tuvo miedo de emprender, a pesar de las crisis económicas que se están sucediendo.

En este punto, asegura que «nosotros estamos acostumbrados a una inflación de locos en Argentina». «Aquí nos parece que no es para tanto porque, por poner un ejemplo, en Argentina hace un año la mantequilla valía 600 pesos y ahora vale 2.500. Entonces, que aquí suba un 10 o 15% me parece un chiste», resalta María Celeste, quien redecoró una antigua cafetería ubicada en el barrio de Montecerrao para albergar su negocio. Un establecimiento que abrió sus puertas el pasado 1 de marzo y que recibe el nombre de La Celestina en honor a su abuelo.

Los dulces argentinos llegan a Oviedo de la mano de La Celestina

«Se llamaba Celestino Menéndez y emigró desde Asturias para Argentina en los años 50. Allí conoció a mi abuela. Se casaron y tuvieron dos hijas: mi madre Ana María y Margarita. Mi abuelo fundó La Banca, que era una cafetería que estaba frente a la Bolsa de Valores en Buenos Aires. Luego a partir de ahí montó cuatro o cinco bares con distintas sociedades», cuenta María Celeste, quien desde muy joven heredó de su abuelo esa pasión por la gastronomía y en especial por la pastelería.

Una larga experiencia en el mundo de la pastelería

Con solo 16 años, la argentina ya había sacado el título de Profesora de Decoración de Tortas, en el Instituto Ballina, y a los 20 se graduó como Técnica Superior de Administración Hotelera en Le Ecole pour la Hotelerie La Suisse, a parte de realizar distintos cursos de capacitación profesional con maestros internacionales. A partir de entonces, María Celeste desarrolló su actividad profesional en distintos establecimientos hosteleros de la ciudad de Buenos Aires hasta que cogió las riendas de La Banca, donde estuvo al frente durante más de 15 años.

Mientras regentaba el bar fundado por su abuelo, la argentina se dedicó a elaborar productos de repostería bajo previo encargo. «No tenía un local al uso, pero hacía pasteles de boda, tartas temáticas para cumpleaños y dulces para todo tipo de eventos», confiesa María Celeste, a quien el Instituto Argentino de Gastronomía, «que tiene como docentes a los más distinguidos maestros pasteleros y panaderos del país sudamericano», le concedió en el año 2018 el titulo de pastelera profesional.

Los alfajores son uno de los productos estrella de la pastelería La Celestina

Ahora la argentina prepara esos dulces «llenos de historia y sabores irresistibles» desde el obrador ovetense. «Tenemos empanadillas argentinas de carne, sándwich de miga, alfajores (postre dulce compuesto por dos rodajas delgadas de masa adheridas una a otra con dulce y recubierto de chocolate, azúcar glaseado, etc.), a parte de muchos productos con dulce de leche. También hacemos medias lunas, que aquí lo llaman cruasán porque son parecidas, pero no iguales, ya que en estas la masa es más esponjosa porque lleva miel», detalla María Celeste.

Una variedad de productos que se pueden degustar en la pastelería La Celestina con un buen café, puesto que el local tiene también servicio de cafetería, un espacio del que está en frente su hermano pequeño, quien es el encargado de atender al público. «Siempre fuimos del mundo del café porque yo trabajé unos 20 años en varias cafeterías en Buenos Aires. Además, esto es una buena idea, porque cuando hay algo nuevo, por lo general, no compras grandes cantidades. Pero sí que te animas a tomarte algo y comprar algún dulce para probar», reconoce la pastelera, antes de señalar que en el establecimiento está permitida la entrada de mascotas. De esta manera, se suma al listado de establecimientos hosteleros ovetenses con el sello pet friendly

A pesar de llevar menos de un mes abierto, La Celestina está teniendo muy buena acogida. «Vamos poco a poco porque como no estamos en un lugar céntrico, sino más bien en un barrio, pues no llegas a todo el mundo. Pero como tenemos muchos productos argentinos, llama la atención. Además, aunque al principio la gente es tímida, termina probando y muchos de ellos acaban volviendo», resalta María Celeste, quien espera consolidar una buena clientela con el paso del tiempo y poder escaparse a Argentina para reencontrarse con su familia y amigos.


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