La cocina peruana aterriza en Oviedo con la apertura de Niña Cocodrilo: «Se trata de algo singular»
La Voz de Oviedo
El local que acaba de abrir sus puertas ofrece un nuevo concepto gastronómico mientras que se disfruta de la música en vivo
13 Dec 2022. Actualizado a las 09:48 h.
La música alimenta el alma. Permite relajarnos, meditar e incluso escapar de la realidad que a veces nos atrapa y atormenta. Además si se disfruta de estos sonidos, que atienden a las leyes de la armonía, la melodía y el ritmo, mientras se llena el estómago es un auténtico placer. Gozar de estos dos artes a la vez es posible en la Niña Cocodrilo. Un espacio con encanto único situado en la calle de los Aparejados, en el complejo oventese del Gran Bulevar del Vasco, donde de viernes a domingo se ofrecen actuaciones y espectáculos musicales en vivo para amenizar las cenas de los clientes.
Ambientado en los años 20 y conformado por la típica barra de bar «con muchos metros» y taburetes, una zona de mesas con sofás donde poder tomar algo tranquilamente, el área de restauración, una terraza interior que da a la calle -«ideal para los fumadores»- y un espacio que tras el servicio de cenas, se convierte en una pista de baile para beber y bailar hasta el amanecer, el local ofrece un nuevo concepto gastronómico que fusiona ingredientes de nuestra tierra con elementos de la «más exquisita» cocina peruana, nikkei y chifa.
«Apostamos por este tipo de cocina porque es muy amplia y diversa, ya que la gastronomía peruana cuenta con muchas influencias de gran parte del mundo dado que históricamente Perú es un país que acogió poblaciones de muy diferentes lugares. Además como la cocina nikkei, que es japonesa, y chifa, que es china, en determinados aspectos modificaron la peruana queremos trabajar también con ellas», asegura Abel Sánchez, quien resalta ilusionado que desde que abrieron las puertas del local están teniendo muchos clientes.
En este sentido, el encargado del negocio manifiesta que tanto la cocina nikkei como la chifa produjeron cambios en la gastronomía de Perú a la hora de preparar y elaborar platos ya que aportaron ingredientes suyos propios. Como ejemplos de estas fusiones Abel Sánchez señala que el cebiche o el arroz chaufa tiene base peruana pero surgieron de la emigración de Japón y China, respectivamente.
Además como en Asturias «apenas hay restaurantes de cocina peruana» Niña Cocodrilo aprovechará esta oportunidad de negocio para crear elaboraciones del país sudamericano pero dándole «un pequeño toque con aportaciones de la cocina nuestra de aquí». Para ello, de todos los productos asturianos existentes, apostarán por incluir la carne de ternera, así como productos de la mar «pescados en puertos del Principado».
«Se trata de algo singular», resalta Abel Sánchez, quien señala que Niña Cocodrilo cuenta con una amplia variedad de platos en carta donde también se pueden encontrar platos «que son totalmente originales de aquí» como los pimientos rellenos. Aunque por el momento, no disponen de un menú diario,«cada jornada haremos una sugerencia gastronómica y para determinados grupos de más de cuatro personas va a ser posible hacer una degustación de las comidas con reserva previa», apunta.
A parte de saborear los mejores platos dentro de un ambiente agradable, en Niña Cocodrilo se puede disfrutar en un mismo espacio de los mejores cócteles de la ciudad. «Estos se pueden degustar tanto en servicio de comidas, por la tarde, durante la cena e incluso cuando el local se convierte en disco-pub», apunta Abel Sánchez, antes de señalar que aunque por el momento no tengan una especialidad«queremos trabajar en el Pisco por el nexo que tenemos con la cocina peruana».
Además, una vez finalizado el servicio de cenas, Niña Cocodrilo se transforma en una pista de baile, donde es posible disfrutar de diversos géneros musicales, pero sobre todo música de los años 80, 90 y 2000. «Cada fin de semana contamos con actuaciones en vivo que se pueden ver desde cualquier punto del local», destaca Abel Sánchez, antes de reconocer que «aquí los clientes pueden comer, beber, bailar, en definitiva pasárselo muy bien»