Alejandro Villa, entre los diez cocineros más prometedores de España: «Llegaba del cole y a mí me gustaba ver a Arguiñano»

Es en el restaurante Pandora, abierto desde 1998, donde Alejandro Villa decidió unir la tradición familiar y su infancia con sus abuelos a la innovación culinaria con productos locales. El objetivo, desarrollar una carrera profesional que, 5 años después de su comienzo, logra la nominación a cocina revelación 2024.

El jóven, de 29 años y chef del restaurante en Avilés, se ha ganado un puesto dentro de los 10 cocineros más prometedores de España. El local, que también tiene su hueco en la Guía Michelín, primero era la cafetería de sus padres, Alberto y Cristina, y él apostó por una renovación. «Hace cinco años yo decidí darle un cambio, hicimos una reforma y hasta hoy».

El jóven reinventó en 2019 el negocio familiar en el que creció, y explica que «mis padres tenían una cafetería, que es donde estamos ahora, El Pandora, desde que yo tenía 3 años». La novedad fue añadir comidas siendo él el chef, ya que como recuerda «mi madre no era cocinera». 

La decisión de lanzarse a la hostelería empezó a coger forma durante su infancia, que compartió con su abuela Marite en la cocina. Recuerda que de pequeño «llegaba del cole y otros niños veían otras cosas y a mi me gustaba ver a Arguiñano». Estas raíces en la cocina continuaron cogiendo fuerza con su formación profesiona. Cuenta Alejandro que al terminar Bachillerato «no tenía muy claro qué hacer» y al explicarle a sus padres su decisión de estudiar Dirección de Cocina, su reacción no fue muy a favor de ello: «Estás loco, dinos de verdad qué te apetece hacer», le espetaron. Tomada la decisión, no dudaron en apoyarle.

Según el chef, este reconocimiento a su trabajo y trayectoria supone un prestigio a muchos niveles, tanto para el restaurante como para él «como persona», además de un impulso para su negocio y «para seguir creciendo». Cuando emprendió su carrera profesional siempre le decía a su madre: «Mira estos a dónde llegaron», un logro que en su mente «era imposible» en ese momento. Algo que su madre no compartía, ya que siempre le contestaba: «Ya llegarás tú». 

Este salto a los fogones fue una buena decisión, tal como predecía Cristina Pérez. «Ahora estamos en la Guía Michelin y este año estoy nominado a cocinero revelación, por suerte ha salido bien» celebra Alejandro.

Los platos de su cocina se elaboran con productos locales. «En Asturias tenemos la suerte de tener un gran producto, tanto en el mar como en la carne». En el caso de las verduras, cuenta que tiene su propio huerto, al que dedica su tiempo libre y que cuida con la ayuda de sus abuelos, Milio y Marite, lo que significa que todas las hortalizas que entran en su cocina son de producción propia. Alejandro tiene claro que su carrera y sus logros hasta hoy «también son de ellos».