Una asturiana protagoniza uno de los momentos más surrealistas de First Dates: «Estoy comiendo con él, pero pensando en ti»
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La joven ovetense de 28 años jugó a dos bandas en plena cita: «No se estaba enterando de nada»
12 mar 2024 . Actualizado a las 19:54 h.Momento surrealista el vivido en First Dates. Un joven ovetense de 28 años llamada Malú acudió al programa para encontrar el amor, pero durante la comida protagonizó una de las escenas más insólitas que se han vivido en el restaurante de Carlos Sobera. «Estoy comiendo con él, pero pensando en ti», escribía la asturiana por WhatsApp a su expareja mientras que Fabio, su cita de 34 años, le estaba hablando: «Yo es que el móvil no lo traigo, porque si voy a conocer a alguien...».
La asturiana no se cortó ni un pelo durante su cita con Fabio, al que no prestó mucha atención durante la comida. De hecho, al final del encuentro, la ovetense se reía comentando a cámara lo que había estado haciendo con el teléfono. «No se estaba enterando de nada», señaló sobre su cita presencial, Fabio, un camarero de Sevilla de 34 años.
En un momento dado de la comida, Malú sacó el teléfono mientras le preguntaba a Fabio si tenía perfil de Instagram y seguirse mutuamente. Sin embargo, la asturiana abrió su chat para enviarse mensajes con su expareja ante el gesto perdido del camarero sevillano, que desconocía qué estaba haciendo la ovetense tanto tiempo con su teléfono. «Realmente estoy muy triste porque sé que estás comiendo con otro», le escribía a Malú su expareja, quien le puso un corazón y el siguiente mensaje: «Te quiero y confío en ti».
La respuesta de la asturiana no fue ni mucho menos cortante. «Mi amor. Estoy comiendo con él, pero pienso en ti. No me gusta nadie, solo tú», escribía la ovetense, quien instantes después confesó a cámara que si bien fue al programa en busca de abrirse y conocer un nuevo amor se dio cuenta que ya estaba enamorada.
No a los musculados, sí al matrimonio
Además, Malú dejó claro que a ella no le gustaban los hombres tan musculados, ya que estaba acostumbrada a «algo más normal, más rústico». «Los hombres que van al gimnasio están muy desarrollados, eso a mí no me parece atractivo, no me atrae», comentó la asturiana.
Y es que a pesar de que el amor su cuajara durante la comida, antes de sentarse Malú tenía claro que buscaba un chico sin miedo al compromiso. Así fue que dejó un anillo encima de la barra con una nota que ponía «si esto te asusta, no eres para mí». «Esta quiere llevarme al altar», apuntó Fabio, asegurando que no tenía ningún pánico al compromiso.