«Es el criterio del psicólogo el que nos ha arruinado la vida», dice Alberto Bordes

Europa Press REDACCIÓN

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Miguel Ángel Polo | EFE

«No puede ser que nos obliguen a ejecutar una sentencia que no es firme cuando estamos hablando del bienestar de un niño», argumenta el padre preadoptivo de Juan F.

13 sep 2016 . Actualizado a las 18:13 h.

La pareja valenciana preadoptiva de Joan, un niño de cuatro años al que por orden judicial tuvieron que entregar ayer a su madre biológica, residente en Asturias, ha pasado 24 horas sin tener noticias del menor, sin saber dónde está y cómo se encuentra, y lamenta profundamente que se le trate «como a un yoyó». «Estamos haciendo las cosas muy mal», ha lamentado.

Los padres preadoptivos, Alberto Bordes y Noelia Estornell, están profundamente afectados y no han podido dormir en toda la noche después de que ayer por la mañana dejasen a Joan en la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia para que se lo entregasen a su madre biológica, una joven de 19 años a la que se le retiró la custodia «por embriaguez y por mala vida», según denunció el abogado de la familia valenciana.

Sin embargo, un informe psicológico incorporado recientemente al procedimiento que indicaba que la madre biológica era apta para cuidar a su hijo cambió el rumbo de las cosas y un tribunal de la Audiencia de Oviedo obligó a la familia preadoptiva a devolver a Joan, a quien recibieron con 18 meses.

«Este es el criterio de una persona [en referencia al psicólogo] que nos ha arruinado la vida y dice que esta chica [la madre biológica] está ahora en condiciones de estar con el nene», ha lamentado Alberto en declaraciones a Europa Press. Y va más allá. Ha criticado que un niño «vaya de un día para otro a un sitio al que no le conocen sin ni siquiera hacer unas visitas previas. Y tampoco puede ser, creo yo, que una sentencia que no es firme [la resolución de la Audiencia está recurrida ante el Tribunal Supremo] nos obliguen a ejecutarla cuando estamos hablando del bienestar de un niño, porque probablemente el Supremo decida otra cosa, que espero que sea así», ha indicado.

«Estamos tratando a un niño de cuatro años, que respira, que tiene sentimientos, como si fuese un yoyó, y estamos haciendo las cosas muy mal», ha lamentado el padre preadoptivo. «Le están haciendo mucho daño, y a nosotros por supuesto también», ha agregado. A su entender, «lo lamentable, lo triste, lo absurdo de todo esto es romper a la familia, la marcha del nene cuando todavía hay instancias que tienen que decidir sobre su futuro». «No tiene ningún sentido, esto no hay quien lo entienda ni que lo defienda», ha aseverado.

Alberto ha explicado que Joan se había asentado perfectamente en Valencia: «Es fallero, va al cole, tiene sus amigos, su familia, sus abuelos... Nosotros estamos destrozados, pero detrás de nosotros hay una tragedia enorme».

A LUCHAR POR ÉL

Unos días antes de que tuvieran que entregar a Joan, sus padres preadoptivos le explicaron que tenía que volver a Asturias. Ayer, el día fijado, el menor «se levantó a las 7.45 horas cuando llevaba todo el mes levantándose tarde». «Le dijimos que le queríamos mucho, que tenía que irse con otras personas de manera temporal, porque queremos y pensamos que va a ser así, y le dijimos que íbamos a luchar por él y que pronto estaríamos otra vez juntos».

La reacción inicial del menor fue de negación, «se tapaba los oídos, no quería escuchar lo que le estábamos diciendo, y luego la expresión de sus ojos mostraba enfado con nosotros y eso es lo más triste y lo que más llevamos dentro», ha señalado Alberto.

Desde que lo entregaron ayer en Comandancia, no han sabido nada del menor: «Hoy hemos tenido el primer contacto con las técnicas de la consejería de Asturias y ellas todavía no sabían nada», ha aseverado. «Nosotros llevamos a la Comandancia su tarjeta de la Seguridad Social y ellos [familia biológica] no preguntaron en ningún momento si el nene tenía algún tipo de alergia, algún problema, lo que desayuna... Propusimos un cara a cara pero consideraron que no tenían que hacerlo», ha lamentado.

Alberto espera que Joan «esté bien» porque «lo que nos importa es que él esté bien, a parte de que esto se solucione». «Nuestra vida va a cambiar y ha cambiado», ha indicado, y ha pedido al Supremo que resuelva esta situación cuanto antes: «Espero que como mínimo, ya que el daño ya se ha hecho, la reparación sea rápida. Porque marcha atrás no tiene», ha expresado el padre tras comentar que no habían dormido en toda la noche. «Hemos pasado la noche abrazados cada uno a un peluche o a su almohada. Muy mal», ha indicado muy emocionado.

«ABRIMOS LAS PUERTAS»

Noelia, la madre preadoptiva, ha ahondado en esta línea y ha señalado que la joven de Asturias «no sabe nada de Joan, lo desconoce todo. Al menos a nosotros no nos ha preguntado nada, ni a mi abogado». «Nosotros» -ha añadido- «no tenemos nada contra ella, simplemente pedimos que no nos arrebaten a nuestro hijo, y si ella realmente lo quiere, le abrimos las puertas de la vida de Joan», le ha ofrecido.

«Entiendo que ella es su madre biológica, pero nosotros somos su familia porque lo hemos criado», ha dicho entre lágrimas. Ha mostrado su deseo de que el Supremo entienda y defienda el interés del menor, «y vea dónde está mejor». «Tiene su familia, su colegio, que tenía que haber empezado ayer y no empezó, sus amigos, sus primos, sus abuelos... Allí no sabemos lo que tiene».

El pequeño, ha lamentado, «no entiende por qué está aquí tan feliz tanto tiempo y ahora le hemos dejado irse. No lo entiende porque tiene cuatro años. Estamos impotentes totalmente porque nadie ve la aberración que está pasando, o si la ven, no quieren actuar. No lo sé».