Los dos «grandes pufos» que deja el bipartito en Oviedo

La Voz REDACCIÓN

OVIEDO

Somos Oviedo critica el «derroche de dinero» que supone la reapertura del Asturcón y la cesión de la gestión del Calatrava

12 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El concejal de Somos Oviedo en el Ayuntamiento de Oviedo Rubén Rosón denuncia los «dos grandes pufos» que ha dejado el bipartito del Partido Popular y Ciudadanos tras cuatro años de gobierno en la capital asturiana. El edil señala que los dos ejemplos de «derroche del dinero» estarían en la reapertura del Centro Ecuestre El Asturcón para ofrecer el servicio de estabulación caballar y, por otro lado, en la cesión de la gestión del Calatrava a un fondo buitre, puesto que «no se les cobraría o se les perdonaría el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI)»

Bajo esta premisa, Rubén Rosón asegura que aunque no se han ejecutado todavía, sirven de modelo de cómo «las políticas del bipartito no benefician ni los vecinos y vecinas de la capital de Asturias ni a los votantes, sino que priorizan el interés particular o privado de determinadas empresas, fondos buitre o particulares que son una minoría y que ni siquiera cotizan en la región». Es por ello que estas entidades se beneficiarían de una operación que «sin la acción municipal o del grupo de gobierno no sería posible», tal y como asevera el edil.

En este punto, el concejal de Somos señala que «fue vergonzoso cómo se nos vendió la cesión del Calatrava». «Iban a ceder dos plantas al Ayuntamiento de Oviedo sin coste alguno pero a cambio, como favor o como acuerdo con el fondo buitre, se les perdonaría más de tres millones de euros que deben del IBI», explica Rubén Rosón, antes de resaltar que en todo ese tiempo tanto Alfredo Canteli como Nacho Cuesta, quienes mantuvieron las conversaciones con el fondo buitre, repitieron públicamente hasta la saciedad que no iba a suponer ningún gasto. 

Sin embargo, «tuvo que incluso salir a desmentir el concejal de Economía, Javier Cuesta». «Es una muestra de que incluso dentro del propio gobierno tuvieron que pararles los pies, puesto que de ejecutarse esta absurda operación el Ayuntamiento no solo perdería tres millones de euros sino los 600.000 euros al año de IBI que seguiría cobrando y que ahora no cobraría por esa cesión». Además, la idea de convertir dos de las tres plantas en actividad comercial, para el edil de Somos no es una buena idea, dado que «no se iban a rentabilizar porque iban a tener que pagar en una mancomunidad unos gastos de luz, gas, mantenimiento limpieza, seguridad, manifiesta Rubén Rosón, quien lamenta que el Calatrava lleva cerrado desde hace un año y que todo ese interés en abrirlo sea «exclusivamente» para «salvar las cuentas de una operación ruinosa del fondo buitre».

«No hubo ninguna empresa interesada en la adquisición del Calatrava y la subasta que se hizo solo hubo ofertas de ciento y poco mil euros que, por supuesto,no llegaban a cubrir ni siquiera la deuda que tiene contraída el inmueble con el Ayuntamiento de Oviedo y con otros acreedores. Esto hace que cualquier entidad si no es de la mano del Ayuntamiento que entre en el proceso sería una operación ruinosa para la misma y, por tanto, sería inevitable que ninguna empresa de duros a pesetas».

De momento esta operación no se ejecutó, «pero entendemos que si el equipo de gobierno sigue con Canteli y Nacho Cuesta querrán reimpulsar esta operación ruinosa e ilegal», advierte Rubén Rosón, quien señala que cabe destacar que «en esta pugna interna dentro del Partido Popular y del equipo de gobierno el mayor damnificado fue Javier Cuesta, que fue apartado de la lista del Partido Popular y no repetirá en 2023». Sin embargo, « el concejal de Urbanismo, el que fue de la mano con Canteli a negociar con el fondo buitre, estará incluido en la lista de Canteli para este año», resalta el edil de Somos, antes de confesar que «estaremos muy vigilantes para que esta operación ilegal y ruinosa en la cesión del Calatrava no llegue a ejecutarse». 

El Asturcón

Otro de los grandes pufos del bipartito a juicio del edil Rubén Rosón es la reapertura del Asturcón. «Desde sus inicios ha sido una operación ruinosa para las arcas municipales porque costó diez veces más de lo notificado: más de 2.000 millones de pesetas. Además cuando nosotros entramos en el gobierno estaba prácticamente semiabondonado y en él apenas había una decena de caballos que ni siquiera eran de personas empadronadas en la capital de Asturias, sino de personas particulares que no compartían ciudadanía o vecindad en el concejo», asegura el concejal de Somos. 

En este punto, Rubén Rosón asegura que el coste anual por mantener este servicio era de 1,2 millones de euros. Una suma «que es mayor de lo que se gastaba el Partido Popular en becas de educación, libros de texto y comedor a las familias de Oviedo». «Nosotros conseguimos cerrar este dispendio absoluto porque no es una competencia municipal. La Ley de Bases de Régimen Local de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad financiera establece que la estabulación caballar no forma parte de la cartera de servicios que debe de prestar un ayuntamiento y por lo tanto de acuerdo con esta ley conseguimos cerrar ese agujero negro, dándonos la razon el Tribunal de Justicia». 

Además, «los informes que acompañan al expediente de reapertura del Asturcón como centro ecuestre municipal y estabulación caballar pone claramente que la concesionaria, la empresa que se ocupe del servicio, deberá de invertir más de cinco millones de euros en infraestructura. Pero encima el Ayuntamiento de Oviedo deberá de pagar un mínimo de 600.000 euros al año para hacer solvente económicamente la concesión», señala Rubén Rosón, quien advierte que «los mismos documentos presupuestarios del propio Ayuntamiento ya inciden y ponen el dedo en esa afirmación de que el servicio no es rentable».

«Sólo se puede reabrir el Asturcón en una condición absolutamente extraordinaria como la que estamos viviendo ahora en la cual a causa de la pandemia del covid La Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad financiera que afecta a todos los ayuntamientos está suspendida desde 2020. Esta suspensión indica que se puede utilizar remanente de tesorería para gastos comunes y  que todo ese dinero que no se ha gastado en un año incluirlo en el presupuesto del año siguiente, pero también levanta la veda a qué competencias impropias como el caso del Asturcón puedan ponerse en marcha», detalla Rubén Rosón

Sin embargo, «cuando vuelva a entrar en vigor esta ley que lo hará deberán cerrarlo, puesto que es una competencia impropia del Ayuntamiento y para seguir abierto debe ser sostenible económicamente, es decir, que al gobierno municipal no le cueste ni un euro. Pero ya vemos por informes que esto no es así y por tanto cuando cesen los servicios por ley esto llevará a un pleito con la concesionaria, que es una empresa que puede estar damnificada por varios millones de euros». 

Después de ese pleito que será «prolongado», «cabe la posibilidad o al menos el riesgo de que el gobierno que le toque gestionar esto dentro de unos años pierda el pleito, condenando a los ovetenses y al Ayuntamiento de Oviedo a pagar varios millones de euros indemnización a la empresa y teniendo que cerrar esta operación como pasó con el Palacio de Exposiciones y Congresos del Calatrava que después de años, de pleitos y de que el Partido Popular dijera que no iba a costar ni un solo euro acabamos pagando más de 25 millones de euros con intereses», sentencia el edil de Somos.