«La programación del FICX será idéntica a la que teníamos cerrada para la edición presencial»

GIJÓN

Alejandro Díaz Castaño, director del FICX, con el cartel de la 58 edición, que será online
Alejandro Díaz Castaño, director del FICX, con el cartel de la 58 edición, que será online

Alejandro Díaz Castaño, director del Festival, repasa las principales claves de un certamen que salvaguarda su espíritu en su formato online

18 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay mal que por bien no venga y este año puede que sea la primera vez que los incondicionales del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX) puedan ver todas las películas de esta 58 edición que arranca el próximo viernes. «Los cinéfagos totales tienen la oportunidad este año de intentar hacerlo, aunque a lo mejor no sé si será bueno para su salud», bromea el director del certamen, Alejandro Díaz Castaño (Bimenes, 1979), que repasa las principales novedades de este año, recomienda algunos títulos imprescindibles y explica por qué se mantiene el espíritu de un festival que, ante las restricciones de la pandemia de coronavirus, se pasa al formato online, pero con la firme idea de seguir siendo solo presencial en sus próximas citas.

-La primera novedad de este año es ese formato online al que obliga la pandemia...

-Es una forma de salvaguardar el trabajo que hemos estado haciendo durante todo el año y, por suerte, teníamos esta alternativa trabajada ya desde marzo para que la edición que presentamos ahora sea casi, casi idéntica, en un 98%, a la que teníamos cerrada para la edición presencial. En cierta medida, también salvarguardamos el espíritu del festival, que nunca va a desaparecer aunque tengamos que hacerlo circunstancialmente online. Las películas tienen un lugar donde estrenarse, pueden optar a unos premios y, de alguna forma, seguimos ayudando al sector.

-¿Qué otras novedades hay en la edición de este año tan atípico?

-Tenemos una estructura nueva en la sección oficial, que ya habíamos decidido antes de la irrupción de la pandemia, para favorecer la visibilidad de los cineastas que están empezando con la creación de Retueyos, que es nuestra primera competición ahora. También hay un mayor impulso al cine iberoamericano, incluido el cine español y asturiano, porque nos parece que es uno de los más interesantes hoy en día, y estamos priorizando mucho, aún más si cabe, la selección de películas que no tienen distribución comercial en España con la idea de que, después de presentarse en el festival, la puedan conseguir. Esto es muy importante, porque nos convierte en un festival de apuestas y no de preestrenos.

La idea es ir hacia una programación más contenida en cuanto a la cantidad y precisa en cuanto a la selección

-Con 11 secciones y focos, el número de películas se reduce aproximadamente a la mitad en comparación con ediciones anteriores…

-Hemos moderado la cantidad de películas, de unas 180 aproximadamente a menos de 100. Creo que también es beneficioso para las películas; no queremos ser tampoco un festival de acumulación, sino de filtro. Obviamente eso también tiene que ver con el formato, pero la idea es ir hacia una programación más contenida en cuanto a la cantidad y precisa en cuanto a la selección.

-¿Y qué es lo que no hay perderse este año?

-Recomiendo sobre todo las secciones competitivas, que son tres (Retueyos, Albar y Tierres en Trance) porque tienen estrenos de algunas de las películas más importantes de la temporada, como First Cow, de Kelly Reichardt, o Vaca mugiendo entre ruinas, de Ramón Lluís Bande, por citar solo un par de ejemplos. Y también tiene apuestas por cineastas jóvenes como Michele Penetta, que es el director de Il mio corpo, una de las mejores películas de la sección Retueyos, o la cineasta Celia Viada, que compite con La calle del agua en la sección Tierres en Trance y nos parece que también es una de las promesas del cine asturiano. Tampoco perdería de vista las secciones complementarias y los focos porque creo que son las que acaban de darle un sentido unitario a la programación que planteamos este año y que también tienen grandes estrenos como por ejemplo The exit of the trains de Radu Jude o Un soupçon d'amour de Paul Vecchiali, que se estrena en España fuera de concurso. Es un lujo poder tener estas películas. O también poder ver las nuevas películas de Hong Sangsoo (The Woman Who Ran) y Philip Garrel (Le Sel des Larmes).

Hemos intentado seleccionar películas que puedan leer el presente en el que estamos y tratar de señalar problemas y soluciones al mismo tiempo

-¿Qué destacaría de la labor de selección de películas de este año?

-Además de a los cineastas jóvenes y a las películas sin distribución, también hemos intentado ponernos en el lugar de un espectador que está sufriendo, como estamos sufriendo todos, la situación de la pandemia y tratar de ver qué películas nos pueden iluminar, acompañar mejor en esta circunstancia. Películas que puedan leer el presente en el que estamos y tratar de arrojar luz o de señalar también problemas y soluciones al mismo tiempo. Y sobre todo, y esto creo que es muy importante, que compartan una cierta sensibilidad hacia el ser humano.

-El festival tiene un público muy fiel. ¿Cuáles son las claves para disfrutar de la programación de este año?

-Tenemos un portal, que es FICX.TV, donde estará centralizada toda la información y donde se puede acceder a todos los visionados. Las tres competiciones de largos estarán en Filmin, el resto de secciones en Festhome y también habrá cine asturiano en la plataforma de la Televisión del Principado de Asturias (TPA). Todo esto se acompaña también de una serie de conversaciones con cineastas, que se pueden seguir a través de FICX.TV y nuestro canal de Youtube, con la posibilidad de que el público participe en las conservaciones enviando preguntas y a través del voto del premio del público. La combinación de todo es lo que va a ayudar a crear una sensación lo más parecida posible a estar en un festival de cine.

-En la que se viene trabajando con gran antelación al haber comenzado en marzo…

-Fuimos cerrando cada una de las películas tanto para una edición presencial como para una online. En un principio, la oferta online iba a ser complementaria, pero en vista de la evolución de la pandemia ha terminado por ser la de esta edición. También hemos llevado a cabo las licitaciones oportunas para disponer de herramientas digitales. Hemos hecho los deberes y nos hemos preparado para poder tener esta alternativa y no perder el trabajo hecho, además de aprovechar la financiación que el festival tiene tanto del Ministerio de Cultura como de la Unión Europea a través del programa Europa Creativa. Una financiación que se consigue presentando unos proyectos cuya preparación lleva mucho tiempo y que queremos que pueda ser aprovechada por el festival de nuestra ciudad.

-Durante la pandemia ha crecido aún más el interés por las plataformas digitales y también otros festivales han tenido que pasarse al formato online. ¿Qué espera de esta edición en ese sentido?

-Nos puede permitir, por un lado, llegar a un público de fuera de Asturias. Eso es una de las ventajas. También puede permitir la participación de un público con movilidad reducida, o que pueda estar incluso autoconfinado o convalenciente, que no iba a poder asistir de manera presencial. Esa es la parte más positiva, pero sí es que es verdad que hay mucha oferta online. Casi todos los festivales están trabajando en esa modalidad y, al compartir todos el mismo espacio que es internet, a veces se produce algo de saturación. En todo caso, creemos que nuestra oferta no es circunstancial, no es un relleno.

Hace unos años era complicado plantear presencia asturiana en la competición y ahora mismo se está convirtiendo en bastante habitual

-Se mantienen los encuentros con los cineastas e incluso alguna que otra master class especial…

-Son dos regalos para los espectadores: una de ellas será con el director Philip Carre, que es un de los cineastas franceses más importantes de la contemporaneidad, y con la directora y actriz portuguesa María de Medeiros. Pero, por supuesto, también recomiendo que el público siga las charlas de todos los cineastas en competición, que es lo que le da una intensidad especial a la oferta que planteamos.

-El certamen prioriza el talento joven, pero también el asturiano…

-Sin duda. Queremos impulsar, por un lado, el talento joven en todas nuestras competiciones y, por otro, el talento asturiano. Este año tenemos otra vez presencia asturiana en varias de las competiciones internacionales. Hace unos años era complicado plantearla y ahora mismo se está convirtiendo en bastante habitual. Este año tenemos, además de a Ramón Lluís Bande y Celia Viada, también a Tito Montero con su corto Los ladrillos en la sección oficial de cortometrajes. También este año estuvo en la sección oficial del Festival de Málaga con el cortometraje que se estrenó el año pasado. Este apoyo que tenemos en los cineastas asturianos también redunda en su visibilidad posterior fuera de Asturias.

-Un apoyo que este año también se brinda a cineastas asturianos con proyectos en fase de desarrollo…

-Dentro del FICX Pro, hemos abierto una convocatoria para proyectos de jóvenes cineastas de Asturias y hemos recibido casi una treintena. Habrá un premio en metálico que aporta la Asturias Paraíso Natural Film Commission y es importante porque no solo damos visibilidad a las películas acabadas, sino que también aportamos nuestro granito de arena para que los proyectos puedan ir avanzando. La convocatoria, aparte del premio en metálico, tiene una labor de tutorización a cargo de expertos internacionales y nacionales, que van a estar charlando con los cineastas de los proyectos seleccionados para asesorarles. A la hora de fomentar cierto tipo de no ficción creativa, esta es una de las fórmulas para desarrollar el audiovisual en una región como Asturias, en la que no hay un gran tejido industrial a nivel audiovisual.