Cimavilla recuerda a Moriyón que es el barrio quien debe decidir sobre Tabacalera

J. C. Gea GIJÓN

GIJÓN

El interior del edificio de Tabacalera, en Gijón
El interior del edificio de Tabacalera, en Gijón

La Asociación de Vecinos y la Plataforma Tabacalera exigen que se respete unos procesos participativos que ven «positivos», pero «muy mejorables», incluyendo la encuesta online

03 ene 2019 . Actualizado a las 15:10 h.

La alcaldesa de Gijón, la forista Carmen Moriyón, manifestaba en el pleno del pasado jueves su «preocupación» por «mantener el equilibrio» entre los intereses de dos de los sectores técnicos del ayuntamiento que miran con más interés el futuro del edificio de Tabacalera: los del área de Cultura, con las miras puestas en la parte museística del proyecto, y los del Centro Municipal de Empresas, centrados en sus usos como sede de empresas creativas. Los vecinos de Cimavilla no han tardado en tomar la palabra para recordar la regidora que lo que debería preocuparle es atender y dar cauce a lo que digan ellos y el resto de los ciudadanos sobre un equipamiento cuya rehabilitación concluirá -según adelantó en pleno la propia alcaldesa- a principios de 2018.

«Los vecinos y vecinas le decimos que es el propio proceso participativo y los agentes implicados quienes debe de dar y establecer ese equilibrio y de donde deben de salir los futuros usos del edificio, y no limitarse al posicionamiento o la disputa de dos áreas del ayuntamiento», tercia el presidente de la Asociación de Vecinos, Sergio Álvarez. Su posición es clara: «Queremos que sea recogida la voz y opinión de los distintos colectivos, y exigimos que sea tenida en cuenta para la futura asignación de usos y gestión del edificio». La pieza decisiva del complejo puzle de Tabacalera.

Su respuesta coincide con la que hace pública también la Plataforma Tabacalera Gijón, que agrupa a un diverso colectivo ciudadano en torno al proyecto de reforma del emblemático edificio del Barrio Alto gijonés. Ambas entidades, estrechamente relacionadas en los ambiciosos procesos de dinamización y participación de los últimos meses en el Barrio Alto gijonés, quieren dejar claro su apoyo al proceso de participación puesto en marcha por el ayuntamiento -que consideran en sí mismo «positivo»-, incluyendo la consulta online puesta en marcha en la web municipal la pasada semana. Pero también quieren dejar claro que no se van a conformar con simulacros ni medias tintas.

De ahí que expresen también -«con afán constructivo», precisa la Plataforma- sus críticas para incrementar la transparencia, el alcance o la continuidad del proceso, incluso después de la reapertura del edificio con el uso que finalmente se decida. Sus críticas, por otra parte, se desmarcan de las expresadas por otras entidades del barrio, como el colectivo SOS Cimavilla, tras la activación de la encuesta.

Transparencia e información

«El proceso de participación debe de ser más transparente, debe de existir un diálogo más fluido y cercano con los agentes implicados. Creemos que solo así se solventarán los problemas de coordinación y convocatoria», apunta la representación vecinal, que cree que hay que reforzar «la información a la ciudadanía» como un elemento «prioritario y fundamental».

Desde esos supuestos, Sergio Álvarez cree que la encuesta es «muy mejorable», empezando por el hecho de que «está enmarcada claramente en unos usos concretos». Desde ese punto de vista, «más que de opinión» sobre usos posibles propuestos por los votantes, se trataría de una consulta «de valoración de unos usos concretos que se plantean, unos usos muy poco tangibles para los vecinos». Estos creen que, tal como está formulada, «no deja claro si hay opción a dar más ideas». Además, opinan que debería poder accederse a los resultados «en tiempo real», tal y como se van produciendo las intervenciones de los encuestados. Lo mismo opinan los representantes de la Plataforma Tabacalera.

Al margen del apartado online, la Asociación de Vecinos de Cimavilla expresa sus «dudas» sobre las mesas sectoriales y transversales que se han realizado hasta el momento con distintos representantes y agentes ciudadanos, municipales, culturales y profesionales. Dudan, en concreto de que «hayan contado con la mejor representación posible». Pero, dicho esto, los vecinos siguen viendo «fundamental» su inclusión en los procesos participativos «para poder insistir y mejorar, hacer ver a la administración, dentro del propio proceso, los errores y exigir que estos puedan subsanarlos».

Proceso mejorable

En términos muy similares apunta el comunicado hecho público por la Plataforna Ciudadana Tabacalera Gijón, que está a punto de cumplir su primer año de existencia: un proceso «positivo y necesario», al que animan a sumarse «a todas las personas que ven en Tabacalera una palanca» no solo para mejorar el barrio, sino «para invertir la complicada situación social y cultural que vive Gijón». Pero es también un proceso «sin duda mejorable que la ciudadanía debe fiscalizar detectando sus defectos, pero también aprovechando sus virtudes», y que debe sobrevivir a este uso concreto.. «Esperamos que, una vez acabado el proceso, la vía de interlocución con la ciudadanía siga abierta y que sea eficaz», manifiesta el colectivo.

Sus críticas se concretan, por ejemplo, en la encuesta online. De entrada, llega tarde, «con meses de retraso» respecto al proceso de reuniones, mesas y debates, que se inició a finales del pasado año. «No hay participación sin información: no se puede opinar sobre lo que no se conoce», advierte la Plataforma. Por otra parte, denuncian la escasa apertura de la consulta a los usos que sugieran los participantes para mejorar los propuestos por el ayuntamiento. La consulta se parece más bien a una elección entre opciones prefijadas. «No debe reducirse a elecciones binarias, ya que esto deja fuera de la discusión matices importantes y precondiciona y dirige». Para la Plataforma, de esa limitación no solo adolece la encuesta, para la Plataforma, sino el conjunto del proceso. «En las mesas y talleres, si bien la conversación fue totalmente abierta, en nuestra opinión se dedicó demasiado tiempo a explicar y discutir el proyecto inicial de usos».

La representatividad, cualificación y el nivel de información de los participantes en esos encuentros tampoco deja satisfecha a la Plataforma. «Nos hemos encontrado con que muchos de los convocados a las mesas sectoriales y el taller vecinal no estaban correctamente informados acerca del proceso, su funcionamiento o su objetivo». lamentan. Ha habido, además, desorganización, convocatorias fallidas o defectuosas que han ralentizado y debilitado la participación, según el colectivo. Y, quizá, lo más importante: nada acaba de disipar las dudas de fondo sobre la «utilidad» de todo este trámite.

«A día de hoy no sabemos exactamente qué efecto va a tener el proceso de participación en la toma de decisiones respecto al edificio, y existe un cierto grado de escepticismo respecto a la utilidad del mismo», señala la Plataforma, que percibe que «una gran parte de la ciudadanía tiene la sospecha de que la decisiones están ya tomadas, y que el proceso se está utilizando para validar esas decisiones». «El Ayuntamiento debería ser más claro y garantizar que el informe de conclusiones no acabará en un cajón», exigen.