Cuadros de Picasso y Sidney Nolan vetados a los hombres y que solo pueden ser vistos por mujeres

Javier Becerra
JAVIER BECERRA REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Krisha Kaechele, con sus compañeras, yendo a declarara en el Tribunal Civil y Administrativo de Tasmania en Hobart
Krisha Kaechele, con sus compañeras, yendo a declarara en el Tribunal Civil y Administrativo de Tasmania en Hobart Charlotte Vignau

Un australiano denuncia al Museo de Arte Antiguo y Nuevo de Tasmania por la provocadora instalación «Ladies Lounge» de la artista Krisha Kaechele

26 mar 2024 . Actualizado a las 11:21 h.

El provocador planteamiento de una de las salas del Museo de Arte Antiguo y Nuevo (MONA) en Hobart, Tasmania, es el siguiente: a una de sus salas solo se permite el acceso de mujeres. En ella se encuentran algunas de las mejores obras de arte del recinto, incluidos un Sidney Nolan, un Pablo Picasso y antigüedades de Mesopotamia, Centroamérica y África. Una vez dentro, las visitantes cuentan con una serie de mayordomos masculinos a su servicio. Les dan masajes en los pies y les ofrecen champán, mientras contemplan el arte. Tras esa idea se encuentra la artista norteamericana Kirsha Kaechele, que en el año 2020 arrancó esa instalación titulada Ladies Lounge en el citado museo, propiedad de su marido, David Walsh.

Hasta ahora, la iniciativa había despertado comentarios a favor y en contra en los medios australianos. Pero la semana pasada terminó en manos de la justicia. Jason Lau, un residente de Nueva Gales del Sur que se desplazó a Hobart en abril del 2023 para visitar el museo, se indignó al ver que no podía acceder a esa zona. En lugar de mostrar su enfado en las redes sociales, decidió presentar una denuncia. Se basó en la Ley contra la Discriminación de Tasmania. Expuso que pagó la entrada del museo (35 dólares australianos que equivalen a 21 euros), sin que nadie le advirtiera que no podía entrar en esa sala. En su reclamación, señala que el museo debería informar claramente de esta circunstancia, ofreciendo en todo caso un precio más reducido a los hombres. Los abogados del museo rechazan este punto.

En su página web, el MONA habla de ese espacio como aquel en que las mujeres «están cordialmente invitadas a tomar el té y codearse con la alta sociedad en los opulentos alrededores del Ladies Lounge». Dice que está inspirado en las reuniones que organizaba la bisabuela de la artista, «una socialité escandalosa que organizaba fiestas solo para mujeres en sus propiedades de Beverly Hills y Basilea con una flota de devotos mayordomos, vinos de 400 años de antigüedad y la visita ocasional de Picasso».

«El salón es un espacio tremendamente lujoso en nuestro museo en el que las mujeres pueden disfrutar de deliciosos bocados, elegantes tragos y otros placeres femeninos, atendidos y entretenidos por el fabuloso mayordomo», relata el texto de la web. En una entrevista ofrecida a la cadena australiana ABC tras estallar la polémica, Kirsha Kaechele definió la sala como «un hermoso lugar para escapar del mundo dominado por los hombres y disfrutar de la compañía mutua».

Detalle de la sala del museo de acceso exclusivo para mujeres.
Detalle de la sala del museo de acceso exclusivo para mujeres. Jesse Hunniford

Lejos de echarse atrás por la denuncia, la artista fue a más allá dándole un toque de espectacularidad al litigio. Así, junto a 25 mujeres elegantemente vestidas con trajes azul marinos, acudió al Tribunal Civil y Administrativo de Tasmania en Hobart haciendo una singular coreografía. Recordaba al videoclip de Simply Irresistible de Robert Palmer. Tanto que, finalmente, hicieron sonar el tema al salir de declarar. Ella vio la acción como una extensión de su arte. «Para la obra fue un sueño hecho realidad salir del museo y entrar en el reino del mundo, un espacio completamente nuevo», declaró Kaechele a Guardian Australia. «Fue muy interesante que las obras de arte cobraran vida en una sala del tribunal», añadió.

En su declaración la artista enumeró toda una retahíla de discriminaciones sufridas por las mujeres en Australia. Entre ellas, el recibir salarios más bajos que los hombres, incluso en el propio museo en el que expone hasta hace unos años. Y señaló también que la experiencia de rechazo que experimentan los hombres que desean entrar en esa sala es el arte en sí. «Está bien, experimentan la obra de arte de manera diferente que las mujeres, pero los hombres ciertamente experimentan la obra de arte como está previsto», declaró. Su abogada Catherine Scott, ratificó que su arte fue necesariamente discriminatorio.

En ABC News Kirsha Kaechele calificó la iniciativa como algo «excitante, divertido y travieso». Y dijo que, para compensar las injusticias sufridas, las mujeres no solo deberían tener los mismos derechos, «sino también privilegios especiales para los próximos 300 años». Las dos partes esperan el veredicto del tribunal.