En los tiempos en los que el procés catalán acaparaba la atención política española se respondió a muchas demandas de los independentistas, que presumían de financiar a comunidades menos favorecidas, que los impuestos los pagan las personas y no los territorios. Pero ha sido en el presente cuando la consejera de Hacienda asturiana, Ana Cárcaba, ha tenido que recuperar el argumento para responder al PP que planteó en la Junta General que el Principado es una comunidad subvencionada por Madrid.
Así lo aseguró el diputado del PP, Pablo González, quien afirmó que el 25% de los ingresos de Madrid se dedican a financiar al resto de comunidades autónomas y que Asturias parece «resignada» a ser receptora de fondos de otros. González insistió en que la comunidad gobernada por Isabel Díaz Ayuso desvía la cuarta parte de sus ingresos a los fondos comunes para «financiar el resto de comunidades en el sistema de compensación», porque esta comunidad «tiene más capacidad para generar ingresos».
En este sentido, ha dicho que «ojalá» Asturias se convierta en una comunidad «tremendamente atractiva» y pueda ser «más competitiva» y, en el medio plazo, sea uno de los territorios «que aporta al resto».
Pero Cárcaba respondió que los servicios públicos en Asturias se pagan «de forma mayoritaria» con tributos de propios y se completan con transferencias estatales. La consejera de Hacienda rechazó además la idea de que Asturias se resigne e insistió en que lo importante a la hora de repartir los recursos del sistema de financiación autonómica ha de ser el coste real de los servicios y las necesidades de gasto, algo que es distinto según los territorios de los que se hable. Así, ha dicho que en Asturias esos servicios resultan más caros de mantener debido a factores como la población envejecida, la dispersión o su «complicada» orografía. «Los servicios públicos se financian con impuestos que no los pagan los territorios, sino las personas», recordó.