Las enfermeras estallan contra el consejero de Salud: «La nueva estrategia es un despropósito condenado al fracaso»

La Voz

ASTURIAS

Una enfermera realiza una PCR
Una enfermera realiza una PCR Jesús Diges | efe

El colegio de enfermería del Principado remite una carta en la que critica las decisiones del gobierno regional

14 nov 2020 . Actualizado a las 20:31 h.

El Colegio Oficial de Enfermería del Principado de Asturias ha enviado una carta de protesta a Pablo Fernández, consejero de Salud. En el escrito critican las medidas adoptadas por el gobierno regional para hacer frente a la crisis, especialmente la decisión de que odontólogos y médicos realicen las pruebas PCR. «Es una falta de respeto a nuestra profesión», denuncian.

Esta es la carta completa escrita por la institución que defiende la contribución de este colectivo en la atención sanitaria:

Me dirijo a usted, máximo responsable de la gestión y la mejora de la salud de todos los asturianos, como el representante de quienes estamos dejándonos la vida en el empeño de sacar adelante esta crisis, es decir, de la enfermería asturiana.

Soy muy consciente de la situación en la que estamos, de las dificultades y de la cantidad de trabajo que dedican usted y su equipo para que salgamos de esta pesadilla, también soy consciente de que ha sido el primer consejero de salud de Asturias en poner a un enfermero en una Dirección General de la Consejería. Incluso, el propio presidente del Gobierno, Adrián Barbón, ha expresado en varias ocasiones la importancia de la profesión de Enfermería.

Sin embargo, hoy, me dirijo a usted con decepción, pese a todos nuestros esfuerzos de colaboración y nuestras buenas intenciones durante estos meses. Los hechos vienen a demostrar que la Administración no quiere o no le interesa contar con las enfermeras para salir de esta aguda crisis, más allá de tratarlas como peones sin valor que se pueden sacrificar sin importar su futuro, tan solo salir del paso.

Las enfermeras asturianas -no voy a insistir- hemos demostrado un compromiso con el sistema a toda prueba, incluso a pesar de las deficiencias crónicas del SESPA, incluso a pesar de los desplantes, la escasez de recursos, la precariedad laboral, la desprotección, la confusión y la frustración. Lo hicimos durante la primera fase de la pandemia y seguimos haciéndolo ahora. No hace falta que le recuerde la cantidad de voluntarios que se han sumado a dar respuesta, a pesar de todo, para paliar la situación asistencial que está sufriendo el sistema.

Si ejemplar está siendo el comportamiento profesional de las enfermeras, y nosotros como representantes hemos intentado trasladar a la Administración nuestra intención de colaborar, ofreciendo alternativas e ideas en el desarrollo de una estrategia necesaria; es porque creemos firmemente que en esta crisis hay que arrimar el hombro. Sin embargo, nuestras propuestas no han sido escuchadas, no han sido aceptadas, y mucho me temo que no han sido siquiera tenidas en cuenta.

Y el resultado se entiende como una falta de respeto a nuestra profesión, un ninguneo a todos los niveles que creo que el colectivo no se merece. Muestra de ello es la «nueva estrategia» para la Atención Primaria en la que se animó a participar a este Colegio y sociedades científicas de enfermería, para posteriormente ignorarlas e implantar una estrategia diseñada por sociedades médicas y amparada o bendecida, deberíamos decir, por el sindicato médico.

En esta «nueva estrategia», una vez más, las enfermeras resultan damnificadas, tanto en lo laboral, lo profesional como en lo personal. Se han implantado medidas que sobrecargan nuevamente a unos profesionales de por sí sobresaturados. Se ha hecho sin consultar, sin consenso, sin preguntas. No se ha diseñado una estrategia para aprovechar las competencias de las enfermeras para atender a la población, se ha añadido como tarea la gestión de las citas no demorables de la consulta médica. Se ha impuesto esa tarea para descargar las consultas médicas. Es un despropósito condenado al fracaso. Nuevamente no se valora qué se hace, por qué y cómo están las consultas de enfermería.

Proponen ahora ustedes que las PCRs las hagan profesionales diferentes a las enfermeras. Han propuesto a odontólogos y médicos. Ya le adelanto que nuestra oposición no es un tema corporativo, quizás haya que buscar estrategias para liberar enfermeras. Que no hay enfermeras suficientes en el SESPA ni en el ERA, es un hecho, como también lo es que no se han explorado todas las vías para conseguirlas, vías que hemos puesto sobre la mesa hace tiempo y en más de una ocasión. Caso omiso.

Flexibilicen la burocracia de la Administración, para que enfermeras ajenas al SESPA también puedan ser contratadas, o asistir como voluntarias; no es el momento de planteamientos rígidos y exclusividades. Centralicen la gestión de las enfermeras, de las bolsas de profesionales. Que las áreas dejen de competir por las enfermeras. Y cuiden a las enfermeras.

Ha tenido en la enfermería asturiana un enorme aliado desde que se inició la pandemia, no va a encontrar un grupo más comprometido con el sistema y la salud de los asturianos, somos conscientes de que las próximas semanas serán muy duras y veremos situaciones que nunca querríamos haber vivido. Estamos preparados, pero no pongan palos en las ruedas.

Cuando pase esta maldita crisis -que pasará- las enfermeras seremos fundamentales para recuperar y reconstruir el sistema. Sé que usted aprecia la importancia de las enfermeras para cimentar un nuevo modelo de atención en salud, el modelo que realmente necesita nuestra comunidad, sin embargo, si se toman siempre las mismas decisiones y se cuenta con los mismos interlocutores, los resultados seguirán siendo iguales.

Apóyese en las enfermeras, hable con las enfermeras y diseñe estrategias con las enfermeras. Haga que el sistema respete a las enfermeras. Todos saldremos ganando.