Un facultativo que aprobó la última OPE renunció a su destino en Arriondas. Tres profesionales con la residencia recién terminada dijeron no a Jarrio. 40 de las 47 bolsas de especialistas están agotadas
09 jun 2017 . Actualizado a las 07:58 h.Un médico aprueba una oposición, consigue una plaza fija en un hospital de las alas y renuncia. Prefiere quedarse como interino en una vacante en el área central. Tres especialistas que acaban de terminar la residencia rechazan un primer contrato en un hospital fuera de la zona centro. Prefieren esperar ofertas de la privada o de otras comunidades. Son casos reales y recientes registrados en la sanidad pública asturiana, que está encontrando serias dificultades para cubrir las plantillas, tanto con temporales como con estatutarios. El sistema de bolsas de especialistas que se ha implantado ayuda pero no es suficiente. 40 de esas 47 bolsas que empezaron a funcionar la última semana de abril ya están agotadas. El Sindicato Médico (Simpa) reconoce que es un momento complicado, en el que la escasez de medios no hace más que entorpercer. Por eso, aboga por establecer medidas complementarias que incluyan también incentivos económicos. Lo acaba de hacer Aragón. En esta región, los representantes de los trabajadores y el Gobierno han firmado un acuerdo que ataca todos los frentes, desde mejoras en las puntuaciones hasta incrementos salariales, reducciones de jornada y otros tipo de compensaciones sociales.
«Hay que poner ya los incentivos para las alas sobre la mesa», explica José Antonio Vidal, del Simpa, que apuesta por empezar a aflojar las restricciones económicas y combinarlas con medidas imaginativas. La escasez de médicos está siendo, a su juicio, «acuciante» y está derivando en una competencia entre comunidades y entre las redes pública y privada. La ley de la oferta y la demanda rige el mercado y los facultativos esperan mejores ofertas. Vidal, firme defensor del sistema de bolsas, cree que una vez que se hayan rodado y que el sistema de funcionamiento se haya ajustado todo mejorará. «Aceptar un puesto lejos del centro ya no es condenarse al pozo, como en el juego de la oca. El sistema de mejora siempre permite competir por otras plazas y mientras tanto estás consiguiendo más puntos», precisa. Antonio Matador, secretario general del Simpa, recuerda que ya en el plan de recursos humanos del Servicio de Salud del Principado (Sespa) se fijó una puntuación extra en el baremo para los hospitales de las alas y, a partir de los dos años, la preferencia para optar a otro puesto en la zona central. Sin embargo, nunca llegó a utilizarse.
Casos concretos
El Sespa tiene sobre la mesa casos concretos, así que sabe lo que está pasando en las áreas sanitarias. En concreto, un radiólogo que aprobó la última OPE renunció a su destino en el hospital de Arriondas y prefirió quedarse como interino en la vacante que ocupa en la actualidad. Esto sucede en casos de profesionales con muchos puntos que tienen el trabajo garantizado, comenta Vidal. También en Arriondas se están detectando dificultades para cubrir un puesto de Anestesista, una disciplina que la privada está pagando «a precio de platino», según el Simpa.
También es significativo el caso de Jarrio. En concreto, el área de Nefrología tiene una plaza sin cubrir que se está atendiendo desde Avilés. Al menos tres especialistas con la residencia recién terminada han dicho que no. Uno de ellos se decantó directamente por un centro privado de Gijón que ofrecía mejores condiciones. También saben de otro residente recién salido al mercado cuyo primer contrato será en el Centro Médico.
Son todo ejemplos de la competencia entre hospitales y entre centros públicos y privados. Muchos profesionales prefieren esperar y dicen no a llamadas de las alas. En otras épocas se podía penalizar o se corría el riesgo de no trabajar. Hoy la escasez es grande y los contratos no son complicados de conseguir. Otra cosa es en qué condiciones. De las 47 bolsas de especialistas recién creadas 40 están agotadas. Ese es el mejor ejemplo. Algunas, como la de Urgencias, son muy numerosas pero están agotadas debido al alto porcentaje de interinidad que registra la disciplina. Todos están trabajando. Otras, como medicina del trabajo o preventiva, cuentan con apenas tres o cuatro facultativos inscritos y también están todos incorporados.
Opciones
El Simpa defiende el sistema de incentivos combinado con otros métodos interesantes para la progresión profesional. Matador pone el ejemplo de Atención Primaria, donde los centros de salud se clasifican en cuatro categorías (G1, G2, G3 y G4), en función de la dispersión del territorio, del envejecimiento de los pacientes,... Los médicos de familia cobran un fijo -dentro del apartado variable de productividad- en función de la categoría del ambulatorio al que pertenecen. Si ese modelo funciona en Primaria, el sindicato cree que también podría aplicarse a los hospitales. Matador mira con simpatía y hasta con cierta envidia ese modelo de Aragón. Cree que el Sespa tendría que echarle un ojo y no dilatar más este tema.
Ese sistema aragonés incluye nueve medidas para cubrir las plazas de los hospitales periféricos y se ha denominado Operativo de Incentivos. Mejora la puntuación para la permanencia ininterrumpida en un puesto en propiedad y para las convocatorias de OPE, promoción interna y bolsa valorará el desempeño de puestos de difícil cobertura. Respecto a las bolsas de empleo, serán de acceso permanente y los MIR podrán incorporarse tres meses antes de finalizar su formación. El plan incluye también la posibilidad de mejora de empleo para el personal interino, por lo que podrán solicitar otro destino. Habrá mecanismos de colaboración entre hospitales de referencia y los alejados. Permite establecer horarios flexibles, concentrando el trabajo en menos días o comenzando la jornada más tarde para facilitar los desplazamientos. En el apartado retributivo, se fijan diferentes complementos, también para el trabajo fuera de la jornada ordinaria.