
El hallazgo casual de una misiva del cónsul en la ciudad americana denunciando un impago de servicios contratados con Natalio Grueso por unas obras de teatro ha sido clave para destapar las presuntas irregularidades contables en la etapa del exdirector general de la Fundación
07 may 2017 . Actualizado a las 10:59 h.Una carta con remite del Consulado General de España en Nueva York ha sido clave para destapar las presuntas irregularidades contables detectadas en la Fundación Niemeyer durante la etapa de su exdirector general, Natalio Grueso. El hallazgo casual de la misiva, durante el complejo proceso de revisión de la documentación obrante que llevaron a cabo los nuevos gestores de la Fundación Niemeyer, puso sobre la pista a la entonces consejera de Cultura del Principado, la socialista Ana González, quien no dudó en denunciar las supuestas actuaciones delictivas que han derivado en el procedimiento judicial actualmente en curso.
El pasado mes de abril, el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Avilés, Ricardo Badá, que instruyó las diligencias, dictó el auto por el que decretaba la apertura de juicio oral de una causa que sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial al propio Natalio Grueso, a su exesposa Judith Pereiro, al exresponsable de Producción, Marc Martí, al exagente de Viajes de El Corte Inglés, José María Vigil, y al exsecretario de la Fundación, José Luis Rebollo.
La carta del cónsul
El cónsul para Asuntos Culturales del Consulado General de España en Nueva York, Iñigo Ramírez de Haro, había remitido una carta al director del Centro Cultural Internacional Niemeyer, el 12 de marzo de 2012, donde le comunicaba que Brooklyn Academic Of Music Inc (Academia de la Música de Brooklyn) había presentado una reclamación contra la Fundación Niemeyer por el impago de los servicios que le había contratado para la representación de dos obras teatrales de William Shakespeare y adjuntaba los contratos que habían sido suscritos por Natalio Grueso. Una carta que está incorporada a la causa.
Natalio Grueso había firmado un contrato con Brooklyn Academy of Music Inc. (BAM) y The Old Vic Theatre Company (Old Vic), el 8 de marzo de 2010. Estas dos entidades se habían unido temporalmente para llevar a cabo un proyecto denominado «Bridge Project», en compañía de una tercera entidad, Neal Street Productions Limited Company, para un proyecto que, en su segundo año, produciría y representaría en España las obras de teatro clásico de William Shakespeare tituladas As you like it y The Tempest.
Conforme a este documento contractual, ambas partes habían estipulado unas condiciones por las que la Fundación Niemeyer quedaba obligada al pago a BAM de 150.000 dólares norteamericanos netos (115.634 euros al cambio en esa fecha) en concepto de costes de producción de ambas obras con relación al proyecto «Bridge Project Segundo Año».
Un contrato que excedía sus competencias
El pago debía ser satisfecho por la Fundación, mediante transferencia bancaria, a una cuenta de titularidad de la BAM en «Bank of América», en dos plazos: 50.000 dólares a la fecha de la firma del contrato y 100.000 dólares el 31 de marzo de 2010. El abogado Alejandro Riera Fernández, que ejercita la acusación particular en representación de la Fundación Niemeyer, advierte en su escrito de calificación provisional de la causa que esta actuación «fue llevada a cabo directamente por el acusado», Natalio Grueso.
En la negociación y firma del documento, así como para efectuar el pago de los 150.000 dólares estipulados como precio intervino «personalmente y en exclusiva» Natalio Grueso, a pesar de ser consciente, según la versión de la acusación particular, «de su falta de capacidad legal para suscribir dicho contrato, dados los términos del contenido del acuerdo adoptado por el Patronato de la Fundación, el 1 de febrero de 2007, en el que expresamente se le había impuesto una limitación de 90.000 euros por cada acto que tuviera que llevar a cabo el acusado». Un importe que, en este caso, era superado en 25.634 euros, por lo que para llevar a cabo su firma era precisa la firma del presidente de la Fundación. En aquella fecha, la consejera de Cultura Mercedes Álvarez ostentaba este cargo.
«Una estrategia para sortear los controles»
Al pactar con BAM el pago de los 150.000 dólares USA en dos plazos, según consta en la calificación de la acusación particular, Natalio Grueso evitaba que la Caja de Ahorros de Asturias (actual Liberbank) pudiera poner algún tipo de traba al pago del precio, ya que, a tenor de las condiciones pactadas, los apoderados sólo podían actuar de forma indistinta hasta un límite de 90.000 euros por operación y a partir de esa cuantía únicamente podrían realizarlas con firma mancomunada hasta el límite de 200.000 euros por operación.
Sin embargo, Natalio Grueso, según sostiene el abogado Alejandro Riera, recurrió a esta estrategia «para sortear todos los controles establecidos», de tal manera que no sólo firmó un contrato unilateralmente por importe superior a 90.000 euros, «pese a carecer de competencias para llevarlo a cabo», sino que además realizó el pago del precio estipulado, «ordenando a tal efecto dos transferencias, ambas inferiores a 90.000 euros por el concepto Bridge Spain: el 9 de marzo de 2010, por importe de 50.000 dólares USA (37.086 euros), y el 4 de mayo de 2010 por importe de 100.000 dólares (78.548 euros) ».
La Fundación Niemeyer autorizó a que las obras «As you like it», y «The Tempest» se representaran en 11 ocasiones, en Madrid, en el Teatro Español, con sede en la calle Príncipe nº 26, las tardes de los días 29 y 30 de abril de 2010, y los días 1, 2, 5, 6, 7, 8 y 9 de mayo de 2010, así como las mañanas de los días 1 y 6 de mayo de 2010.
Las representaciones sólo llegaron a Madrid
Sin embargo, la representación de estas dos obras no se llevó a cabo en Asturias, ni en el Centro Niemeyer ni tampoco en el teatro Palacio Valdés, ambas en Avilés, sino en Madrid, en el Teatro Español, en un centro propiedad del Ayuntamiento de Madrid, que en el año 2010 era gestionado por dos empresas municipales: «Madrid Arte y Cultura S.A.» (MACSA) y «Madrid Visitors & Convention Bureau S.A.» (MVCB), hoy fusionadas para crear «Madrid Destino Cultura Turismo y Negocio, S.A.», que es la entidad que se ocupa de la gestión del Teatro Español. El Ayuntamiento de Madrid ha sido y es el socio único de las anteriores entidades.
En el mes de marzo de 2012, coincidiendo en el tiempo con la carta remitida por el Cónsul general en Nueva York, se anunciaba la incorporación de Natalio Grueso al equipo de Fernando Villalonga, delegado de Las Artes del Ayuntamiento de Madrid, para ocuparse del área de Dirección de Programación de Artes Escénicas del Consistorio madrileño. Entre sus nuevas responsabilidades tenía el proyecto de diseñar un modelo para los espacios escénicos municipales con los que cuenta la ciudad de Madrid: Teatro Español, Teatro Fernán Gómez, Teatro Circo Price y las Naves del Español de Matadero Madrid.