La Asociación Derecho a Morir Dignamente afirma que estas normativas han sido negativas en el resto de comunidades de España
01 feb 2017 . Actualizado a las 11:24 h.El Gobierno del Principado ha dado luz verde al proyecto de Ley de Derechos y Garantías al Final de la Vida, el cual pretende asegurar la calidad asistencial y el respeto a las personas en sus últimos momentos, y las reacciones no se han hecho esperar. El presidente de la Asociación Derecho a Morir Dignamente en Asturias, Luis Javier Rodríguez Morán, ha señalado que mientras se continúe penalizando la eutanasia y el suicidio asistido, las leyes autonómicas no tendrán ninguna competencia. Rodríguez Morán afirma además que estas leyes han sido negativas en el resto de España y que solo «han servido de excusa para afirmar que han hecho algo». Es por ello que la asociación incide en la importancia de sacar adelante la propuesta de ley que Unidos Podemos llevó al Congreso este mismo mes, ya que se trata de «una oportunidad de oro» para conseguir finalmente «un derecho fundamental de las personas».
Las leyes autonómicas
«Se trata de una nueva ley que está muy bien, pero mientras se penalice la eutanasia, las leyes autonómicas no aportan nada. Bien es verdad que las comunidades tienen las competencias sanitarias y sociales, por lo que tienen mucho que hacer para mejorar la calidad de la muerte», apunta Rodríguez Morán. Para la asociación, este tipo de normativas tampoco son el camino a seguir ya que «hasta ahora no ha existido esa voluntad política de valorar cómo morimos y cómo podemos mejorar la experiencia de morir, ya sea con el Observatorio de la Muerte Digna o con cualquier otra herramienta que se pueda establecer»
El presidente de DMD Asturias afirma que las leyes han sido negativas en todas las Comunidades Autónomas porque «han servido de excusa para afirmar que han hecho algo, que efectivamente ha sido así, pero la realidad no cambia solo con leyes, mucho menos si se dejan en un cajón». Es por ello que desde la asociación pretenden dar un paso adelante y pasar a la acción, dejando a un lado la «ley de muerte digna», y llevar a cabo unos reglamentos que pongan en marcha un Plan de Cuidados Paliativos, una difusión mucho más intensa del testamento vital y protocolos de actuación, entre otras propuestas. «El trabajo no es hacer la ley, sino que empieza después de aprobarla. No tenemos la receta clara, el tema de la muerte es complejo, por eso proponemos que alguien, el Observatorio, se encargue de estudiarlo, de proponer a grupos de la universidad investigaciones cualitativas para saber qué está pasando, propuestas de evaluación que se pueden poner en marcha en un área piloto y después, si mejoran la calidad de la muerte, extenderlas a todo el sistema».
La proposición de Unidos Podemos
Unidos Podemos presentaba este mismo mes en el Congreso la Proposición de Ley Orgánica sobre la eutanasia, entre cuyos principales objetivos está despenalizar el suicidio médicamente asistido y la eutanasia; y acabar con la imposición del deber de vivir en condiciones penosas irreversibles en contra de los deseos de uno mismo. La proposición recoge además la garantía de la objeción de conciencia entre los profesionales sanitarios que no se quieran participar en una eutanasia o en un suicidio médico asistido. Rodríguez Morán ve una «una ocasión de oro» para garantizar el derecho de las personas a morir y poner fin a «esta aberración jurídica que es que algo que entra en el campo de la sanidad esté en el código penal». La propuesta podría contar con los votos a favor no solo de la confluencia, sino también del PSOE y PNV, lo que supondría que habría la mayoría necesaria para su aprobación.