Sanidad incorpora a todos los médicos disponibles para afrontar la peor gripe en años

Efe REDACCIÓN

ASTURIAS

Trabajadores del hospital de Cabueñes protestan por la saturación de trabajo causada por la gripe.Trabajadores del hospital de Cabueñes protestan por la saturación de trabajo causada por la gripe
Trabajadores del hospital de Cabueñes protestan por la saturación de trabajo causada por la gripe

El consejero reconoce que las bolsas de demandantes de empleo están vacías. Todos los hospitales están por encima del 95% de ocupación. El HUCA suspende operaciones

11 ene 2017 . Actualizado a las 13:56 h.

Sanidad ha contratado todos los médicos disponibles en Asturias para afrontar la peor epidemia de gripe que ha vivido la comunidad en los últimos ocho años y que ha provocado ya que la práctica totalidad de los hospitales de la red pública se encuentren por encima del 95 por ciento de ocupación. En el caso concreto del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), la incidencia de la gripe ha llevado hoy a suspender los ingresos quirúrgicos programados para hacer hueco a los pacientes afectados por la epidemia, situación que aún no ha sido necesario tomar en Gijón o Avilés.

El consejero de Sanidad, Francisco del Busto, ha precisado que «todos los pacientes que lo necesitan están ingresando» en los hospitales públicos, donde están abierta todas las camas. Del Busto ha asegurado que el sistema sanitario se ha amoldado a las necesidades, a pesar de que la epidemia se ha adelantado en Asturias mucho respecto a otros años y respecto a otras comunidades del norte, cuestión que está siendo objeto de análisis por la unidades de vigilancia epidemiológica.

Peor que en el resto de España

Aún no se sabe por qué la gripe ha comenzado mucho antes en Asturias que en el resto de España y la razón por la que está alcanzando picos tan alto. El consejero ha reconocido que «se desconoce qué ha sucedido de extraño este año». Ha añadido que el tipo de virus es el mismo que el de otros años en los que el pico de la gripe solía registrarse en el Principado en enero, pero que durante el pasado diciembre la incidencia en Asturias se situó cinco veces por encima de la media del país.

La onda epidémica de la gripe en Asturias, que ha provocado en la región ocho fallecidos de entre 50 y 84 años, todos ellos con factores de riesgo, volvió a repuntar en la última semana del año hasta alcanzar 635,9 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 433,2 de la semana anterior. «Hacía ocho años que no teníamos una epidemia con esta incidencia», ha reconocido el consejero en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Gobierno.

Hospitales

Del Busto ha explicado que los hospitales están «al completo en cuanto a ingresos», excepto en el área sanitaria uno, y ha habido que hacer refuerzos en hospitales, pero también en la red de atención primaria, por la alta incidencia de pacientes que acuden a consulta entre las ocho y las tres de la tarde. Esto supone que se han agotado toda las listas. En Asturias tan sólo hay un facultativo en el área cuatro, que se dedica a la pediatría, que sigue en la lista de médicos demandantes de empleo en la región porque desde mediados de diciembre se han reforzado las plantillas de hospitales y centros de salud. «Hay que reconocer que nuestros profesionales están dando de si el máximo posible», ha afirmado el titular de Sanidad, que espera que la epidemia se reduzca de manera evidente en las dos próximas semanas.

Del Busto ha aprovechado también para recomendar a la población que aún no lo haya hecho que se vacune contra la gripe, y especialmente a la población que se encuentra entre los 55 y 85 años años, la franja más afectada por la enfermedad. En Asturias se han vacunado este año unas 180.000 personas, y aún hay disponible 30.000 vacunas distribuidas por los centros de salud. Según del Busto, en Asturias la tasa de vacunación, del 53 por ciento, es baja, a pesar de que está demostrado de que con ella se consigue disminuir la incidencia. De hecho, el 63 por ciento de fallecidos este año no estaban vacunados y un 60 por ciento de los pacientes graves tampoco lo estaban, según los datos que maneja el consejero.