La Unión de Consumidores denuncia un incremento de las estafas online, desde el inicio de la crisis, a desempleados o personas sin recursos. El colectivo ofrece pistas para no picar
20 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los tiempos de crisis son un buen caladero para los estafadores, que encuentran en el día a día y en las necesidades nuevas fórmulas de engañar sin levantar sospechas. La recesión ha puesto en el disparadero a un nuevo tipo de víctimas: los desempleados y las familias que sufren los recortes. Y también una nueva herramienta que facilita la labor: internet. La Unión de Consumidores de Asturias asegura que en los últimos años se han incrementado de forma significativa las denuncias por estafa de personas sin recursos que tratan de salir a flote. Con la intención dar pistas a los posibles incautos, el coordinador UCE-Asturias, Pablo García, ha elaborado un listado con los siete timos más frecuentes y ocho recomendaciones para estar a salvo. Lo fundamental es usar el sentido común desconfiar de los grandes chollos, reclamar siempre la máxima información posible y, sobre todo, no ofrecer nunca datos personales.
El top de los timos oline
- Ofertas de trabajo falsas. La estafa consiste en ofrecer un trabajo, previo pago. El cebo son las excelentes condiciones salariales, que no son reales puesto ya que el trabajo ni siquiera existe. En multitud de ocasiones recaban los datos y los perfiles de páginas de búsqueda de empleo legales.
- Oportunidades de negocio o Trabaje desde casa. Son fraudes similares al anterior. La oferta se basa en grandes rendimientos para la inversión o en acceder a trabajos muy rentables. También reclaman una cantidad de dinero por anticipado, en teoría para pagar los gastos que se generan, como por ejemplo la tramitación de permisos o la compra de material. En las modalidades más modernas, los timadores crean hasta una página web que les da aparieciencia de legalidad.
- Timos en las compras online. Una página web anuncia la venta de un producto o de un serviicio, que en realidad no existe. El vendedor cuenta que no puede realizar la transacción por alguna razón. La excusa más habitual es que se encuentra en el extranjero. Por esa razón ofrece que un conocido haga el intercambio pero antes deberá efectuar el pago. El material no existe y no se entregará nunca. Uno de los ejemplos que cita UCE de este método son los coches de lujo.
- Estafas sentimentales, amorosas o de romance. En este caso se aprovechan las páginas de citas online. El timador muestra interés por la víctima y llega a enviar fotos de personas muy atractivas por las que se hace pasar. Cuando se gana su confianza propone verse en persona. Pedirá dinero con la excusa de pagarse el viaje o reservar el hotel. En algunas ocasiones alega problemas de salud o la residencia en un país extranjero del que no puede salir por alguna razón.
- Estafas de caridad. Suplantan a alguna ONG o colectivo para solicitar donaciones para catástrofes naturales, ataques terroristas, enfermedades o para atender a una madre o hijo enfermos. La trama está tan bien montada que incluso usan logotipos y material real de esas organizaciones.
- Fraudes de Tarjeta de Crédito. Los ladrones crean páginas web que comercializan productos que no existen o de un precio inferior al real, como por ejemplo conciertos, espectáculos eventos deportivos. Aprovechan el pago con la tarjeta de crédito para robar a la víctima.
- Phishing. Es uno de los más populares y muy parecido al fraude con tarjeta de crédito. Se realiza a través del correo electrónico o servicios de mensajería instantánea. Tratan de obtener datos personales, su número de tarjeta, nombres de usuarios,... Su objetivo es acceder a cuentas de correo legítimas desde las que continuar la estafa. El funcionamiento habitual consiste en el envío masivo de correos electrónicos (Spam) suplantando a una entidad bancaria o una plataforma de pago por Internet. Solicitan que se verifique una cuenta o que se confirme una información.
Para evitar las estafas, el mejor escudo es la información y la precaución, es decir, estar informado y no ofrecer datos personales por internet, además de no fiarse de notificaciones extrañas, especialmente las de los bancos. Del mismo modo, es preferible no abrir correos electrónicos de desconocidos o con asuntos extraños. El coordinador de UCE aconseja usar, al menos, dos direcciones de correo, uno para los temas personales y el segundo para todas esas páginas. Del mismo modo, recomienda desconfiar de los sorteos, rifas, regalos o oportunidades llamativas. «Las gangas no existen y tampoco los chollos que pueden enriquecerle», explica.
Cuando la estafa ya se ha producido, ruega que se denuncie. Muchos de estos timos avergüenzan a las víctimas que no lo ponen en conocimiento de las fuerzas de seguridad. Esa forma de proceder es un seguro para los propios delincuentes, que pueden seguir actuando con impunidad.