Cada año los servicios de emergencia realizan una media de 80 operaciones de salvamento. Sólo en una ocasión se requirió el pago a la persona rescatada
16 ago 2016 . Actualizado a las 12:40 h.Asturias es un destino privilegiado para todo tipo de actividades lúdicas y deportivas tanto en el mar como en la montaña. Desgraciadamente no todas las salidas terminan bien y son una constante (especialmente en los fines de semana y más aún en los meses de verano) las noticias de rescates del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (Sepa). Según las cifras del servicio, se realizan cada año una media de 80 rescates de montaña, se ha hecho habitual ver pasar el helicóptero de emergencias camino de colaborar en la extinción de un fuego, de ayudar a un senderista herido o de llegar hasta rocas de dificilísimo acceso en medio del oleaje. Pero ¿cuánto cuesta cada salida?
La lista de tasas publicada por el Principado en el BOPA y que está incluída en la ley de acompañamiento de los presupuestos regionales (que en la actualidad están prorrogados) señala que la salida de los medios técnicos y el helicóptero multifunción suponen un coste de 1.258,30 euros por hora; mucho más cara en la puesta en marcha del helicóptero medicalizado, con una tasa de 2.027,30 euros la hora. Los vehículos especiales movilizados en un rescate (un brazo articulado, una autoescalera) tienen una tasa de 489 euros la hora; los vehículos multisocorro, las bombas y autobombas de agua, tiene un coste de 209 euros la hora. Tiene un coste menor los vehículos ligeros, pero también se contabiliza la tasa por la movilización de los bomberos, los rescatadores, los auxiliares...
Quién paga
La norma establece que estas tasas se aplican a las personas que no hayan atendido a los avisos de alertas o «predicciones nivel rojo de meteorología» e incluso en los casos en los que «el riesgo o el peligro sean simulados». En este sentido, la ley establece que se consideran en este apartado los rescates en zonas de acceso prohibido, los de las personas que no tuvieran equipamiento adecuado para su actividad; y, entre otros casos, las inundaciones que no sean debidas a fenómenos meteorológicos o una larga y detallada lista de deportes y actividades que se considerada que «entrañan riesgo o peligro para las personas». Están exentos de este pago varios organismos de la administración autonómica y del Estado, además de los menores de 12 años y las personas que sufran «cualquier anomalía, deficiencia o alteración psíquica» que les impida comprender el peligro o el riesgo de la situación; también quien fallecieran durante el rescate siempre que el deceso sea a consecuencia de la causa que originó el rescate.
Quién ha pagado
En la práctica, sólo una persona tuvo que abonar un rescate en la historia de los servicios de emergencias de Asturias. Ocurrió en el año 2014 cuando un joven, que no era natural del Principado, decidió hacer la ruta del Cares de noche y en bicicleta, sin más iluminación que la luz frontal del vehículo. El joven sufrió una caída y fue preciso acudir a rescatarlo en helicóptero. Por haberse saltado la prohibición expresa de circular en bicicleta en esa ruta se le aplicó la tasa correspondiente al aparato medicalizado más las cuatro personas que fue necesario movilizar en la operación.
Los datos del Sepa recogen que, a fecha del 30 junio de 2016, se habían producido un total de 35 rescates en el año 2016. El año pasado fueron 86, uno menos que en todo 2014. El año 2013 fue un periodo de inusual escasa actividad de los servicios de rescate y sólo se pidió su asistencia en 48 ocasiones. No es la cifra habitual, la estadística del Sepa (que abarca hasta 2006), revela que se producen cada año una cifra que ronda los 80 rescates (81 en 2006, 87 en 2007, 78 en 2010 y 83 en 2012). Los años con una incidencia mucho mayor de este despliegue de dispositivos corresponden a 2011 (con 114 rescates), 2009 (con 110) y 2008 (con 101).