La idea de la dimisión cobra fuerza

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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Militantes y simpatizantes exhibieron carteles diciéndole a Sánchez «Sí, sigue».
Militantes y simpatizantes exhibieron carteles diciéndole a Sánchez «Sí, sigue». Rodrigo Jiimenez | EFE

Sánchez no puede salir mañana diciendo que sigue y que no ha pasado nada

28 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El PSOE, el resto de partidos y España entera espera con expectación la decisión que tome el presidente del Gobierno. El líder socialista ha llevado tan lejos su planteamiento de tomarse cinco días de reflexión, que lo que parece totalmente descartado es que todo siga igual. Después de mantener al país sumido en el desconcierto no parece posible que Pedro Sánchez comparezca para decir que continúa como presidente del Gobierno como si no hubiera pasado nada. Deben pasar cosas, aunque nadie sepa en este momento qué decisión tomará Sánchez. Tener al país en vilo durante cinco días para forzar a sus seguidores a aclamarle y luego decir que todo sigue igual que antes sería una estratagema propia del trumpismo. Si todo sigue un curso normal, habrá por tanto cuestión de confianza, dimisión o anuncio de nuevas elecciones que no se podrían convocar hasta el 29 de mayo, fecha en la que se disolvieron las Cortes el año pasado.

Cuestión de confianza

La estrategia de Puigdemont. Pedro Sánchez no solo ha recibido en su propio partido las peticiones de que no dimita, sino que también sus socios de Sumar y otros dirigentes como el presidente catalán, Pere Aragonès, le han expresado su apoyo. Quien no le ha dado públicamente su respaldo para que continúe en el cargo es el expresidente catalán Carles Puigdemont, que además de advertirle que a la política se viene llorado, le ha invitado públicamente a plantear una cuestión de confianza. Pero Puigdemont se ha cuidado de no expresar el sentido del voto de su partido en esa cuestión de confianza. El líder de Junts lo ve como una nueva oportunidad de plantear exigencias a Sánchez, como un referendo de autodeterminación a cambio de su respaldo.

Decisiones audaces

Sánchez se ha creído su propio personaje. Pedro Sánchez es un político que acostumbra a tomar decisiones audaces y que ha salido victorioso en ocasiones en las que parecía que tenía todo perdido. Pero su decisión de plantearse cinco días para decidir si sigue en el cargo o dimite ha dejado perplejos a casi todos sus seguidores —también a la prensa internacional que tanto le preocupa—, que no entienden muy bien la situación. Para el PP, ha llegado un momento en el que Sánchez se ha creído la leyenda del personaje inmortal que dibujan los medios afines y cree que puede salir ileso de cualquier atolladero.

Motivos de la decisión

Una legislatura compleja. En la decisión de Pedro Sánchez de plantear como hipótesis una dimisión han pesado más argumentos que el hecho de que se ataque a su esposa, de la que dice estar muy enamorado. La denuncia de un sindicato ultraderechista como Manos Limpias contra Begoña Gómez, que probablemente acabe en nada, no es suficiente para tomar una decisión de ese calado. Sánchez no ha acabado de encontrarse cómodo en ningún momento de esta legislatura, que solo fue posible tras el apoyo de Junts a su investidura a un precio muy elevado como la concesión de la amnistía. El líder del PSOE ha visto cómo los de Puigdemont le han amenazado con votar contra el Gobierno y no es descartable que ocurra en mas ocasiones. Sánchez cree que tendría más difícil concluir esta legislatura con éxito dependiendo constantemente del capricho de Puigdemont y eso ha pesado también en su decisión de reflexionar sobre su futuro.

Cada vez más creíble

La hipótesis de la dimisión es cada vez más real. En el momento en el que Sánchez publicó su carta a la ciudadanía anunciando que meditará si merece o no la pena continuar como presiente del Gobierno, nadie, dentro y fuera del partido, consideraba posible que acabe dimitiendo. Sin embargo, esa hipótesis ha ido cobrando fuerza a medida que avanzaban los días mientras el líder del PSOE permanecía enclaustrado en la Moncloa sin convocar reuniones ni siquiera con su núcleo duro. Aunque el PP sigue asegurando en público que todo es una pantomima, la posibilidad de que en efecto Sánchez dimita de su cargo comienza a verse como un hecho posible. En todo caso, las acusaciones de Feijoo de estar actuando «como un adolescente» suponen un acicate más para que el líder del PSOE acabe tirando la toalla este lunes.