Estados Unidos arrebata 300.000 millones al año a la UE en inversiones

Cristina Porteiro
c. porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

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OLIVIER HOSLET | EFE

Los 27 encaran la reforma del Mercado Único: «Es la última oportunidad»

18 abr 2024 . Actualizado a las 08:59 h.

«Los números son los números: hay una brecha creciente en términos de innovación y de inversión respecto a nuestros competidores». Así de franco se mostró el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en los prolegómenos de la cumbre de líderes que arrancó este miércoles en Bruselas y que reúne a los Veintisiete este jueves para debatir sobre el futuro del Mercado Único —el espacio de libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales en el que participan los 27 Estados miembro y que permite comerciar en cualquiera de ellos como si se tratase de un mismo país—. Las cifras son tozudas: la UE pierde cada año unos 300.000 millones de euros de ahorros familiares que acaban en el mercado estadounidense porque el europeo es ineficiente. No solo existe un exceso de burocracia, también de fragmentación: hay 27 Haciendas, 27 bonos soberanos con rentabilidades diferentes, 27 sistemas eléctricos que encarecen el precio de las facturas y 27 sistemas de pensiones distintos, por lo que resulta difícil atraer inversiones y alumbrar gigantes empresariales a gran escala. Un ejemplo claro de esto último es que en la UE hay más de 100 operadores de telecomunicaciones; en Estados Unidos, solo tres.

El problema es más grave de lo que aparenta, pues la UE afronta unas necesidades de 620.000 millones de euros al año para sufragar la transición verde en esta década, según cálculos de la Comisión Europea. De ello depende el éxito de la cuarta revolución industrial. ¿Cómo conseguir ese dinero, indispensable para no seguir agrandando la brecha de competitividad? Algunas de las propuestas más audaces las ha desgranado el ex primer ministro italiano, Enrico Letta, en un informe de 146 páginas que este jueves debatirán los Veintisiete bajo presión: «Es nuestra última oportunidad», les advirtió el politólogo. Estas son sus claves.

cinco libertades

Investigación e innovación. El informe Letta propone elevar a cinco las libertades fundamentales de circulación en el Mercado Único. No solo de bienes, servicios, capitales y personas, también la libertad de investigación, innovación y educación, indispensable para pasar de una economía basada en la propiedad a otra de acceso y participación (compartida), que puede alumbrar proyectos más ambiciosos. Podría servir para catalizar avances en áreas como la medicina, el I+D, uso de datos, inteligencia artificial, computación cuántica, biotecnología, biorobótica y el Espacio. «Los sistemas sanitarios requieren de una urgente y notable revitalización. La creciente dependencia europea de suministros externos (de fármacos e ingredientes activos) ha llevado a un profundo declive de la producción europea, del 53% a principios de los 2000 a menos del 25% en la actualidad», subraya Letta en el documento.

fondo panaeuropeo

Inversiones comunes. ¿De dónde sacará la UE todo el dinero que necesita? Es un reto «aún sin resolver», admite el italiano, quien propone, en primer lugar, culminar el mercado único de capitales, con plena integración de los servicios financieros. Eso permitiría a las empresas acceder con más facilidad a la financiación, independientemente de dónde residan.

En una segunda etapa, revisar el marco de ayudas de Estado, que ha propiciado tras la pandemia distorsiones en la competencia, debido a que algunos países como Alemania o Francia afrontaron la crisis con un mayor margen fiscal para rescatar a sus empresas. Para evitar que esto vuelva a ocurrir, Letta ha propuesto a los Veintisiete crear un fondo con aportaciones nacionales que permita financiar iniciativas e inversiones panaeuropeas. También ha instado a desplegar un sistema de pagos único con un euro digital, de tal forma que se reduzca la dependencia de intermediarios extranjeros (69% de las operaciones en la eurozona).

plan de pensiones

Común y con incentivos. En la UE apenas se explota la capacidad de ahorro de los ciudadanos —hay 33 billones de euros en depósitos—. «La mayor parte de ellos están aparcados en los bancos o invertidos en fondos a menudo gestionados por grandes fondos internacionales, frecuentemente de Estados Unidos», señala el informe. Además, los planes de pensiones tienen un papel como agente inversor mucho menor que en otras economías desarrolladas. Por eso Letta ha propuesto crear para el 2025 un producto de ahorro a largo plazo que permita canalizar ese dinero hacia la industria europea, en lugar de la estadounidense. Para que funcione, el italiano sugiere a los países introducir incentivos fiscales —fijando un mínimo— e incluso cláusulas de «inscripción automática» en ámbitos como los centros de trabajo. En cualquier caso, ese plan tendría validez a lo largo de las empresas y fronteras del Mercado Único.

bancos

Flexibilizar requisitos. Si hay una pieza clave en la financiación de las empresas esa es la banca. Sin embargo, a raíz de la crisis financiera, la UE endureció el marco de regulación y supervisión de las entidades, obligándolas a disponer de reservas más abultadas. Y eso, claro, exige mucho más celo a la hora de analizar a qué negocios se prestan los fondos. Mucho más ahora que la subida de los tipos de interés ha encarecido su precio. Letta reconoce que es crucial su papel de inversores en el capital de las compañías, por eso sugiere reevaluar el marco específico de requisitos de capital «para hacerlo más sencillo».

No solo eso. Letta también plantea introducir unos «ICO verdes» el año que viene. La Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) serían los encargados de ofrecer garantías para conseguir liberar los préstamos hacia proyectos y empresas que contribuyan a la transición ecológica. «Entre 25.000 y 30.000 millones en garantías pueden apoyar inversiones de entre 300.000 y 500.000 millones de euros», revela el informe.

bolsa europea

Crear un parqué tecnológico. Otra de las ideas que quiere someter a debate es la creación de un índice bursátil europeo integrado exclusivamente por empresas tecnológicas, emulando el Nasdaq 100 estadounidense, donde cotizan gigantes como Apple, Amazon o Netflix. Se trata de un sector con un índice de quiebras superior a la media y dominado por Estados Unidos, lo que explica en buena medida la enorme brecha de competitividad de la UE. Letta alega que es necesario este parqué porque «no hay una bolsa nacional en la UE lo suficientemente grande para aflorar el capital que necesitan de modo rápido y efectivo». Eso hace que, en cuanto surge una iniciativa innovadora, esta sea adquirida por compañías estadounidenses.

licitaciones públicas

Más verdes y locales. El informe señala también la necesidad de establecer criterios claros y más armonizados en las licitaciones públicas, donde se tenga más en cuenta la huella ambiental y la producción local. No en vano, Letta considera «preocupante» que en el 2021 un total de ocho países asignaron concursos a empresas basándose en el 80 % de los casos en la oferta más barata, algo que beneficia a quienes deslocalizan la producción. Es por ello que propone vincular su concesión a empresas que garanticen empleo cualificado y salarios justos.

defensa

Emisión de eurobonos. Letta calificó ayer de «vergüenza» el hecho de que el 78% del armamento militar europeo proceda de fuera, por el recelo y la división entre países de la UE a la hora de colaborar. Esa fragmentación tiene un coste anual de 100.000 millones de euros, por eso instará a los líderes a desplegar un fondo para financiar los proyectos de interés común. El dinero, desliza el informe, podría captarse a través de «eurobonos», una fórmula que todavía genera suspicacias en el norte de Europa. A pesar de ello, Letta defiende que es el método más rápido y efectivo para conseguir los fondos, que también quiere que fluyan a través del BEI.