Feijoo cumple dos años al frente del PP y afronta las europeas como un plebiscito

María Salgado
María Salgado REDACCIÓN / LA VOZ

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Feijoo presidió este lunes la reunión del comité de dirección del PP en la sede nacional del partido
Feijoo presidió este lunes la reunión del comité de dirección del PP en la sede nacional del partido DAVID MUDARRA (PP) | EUROPAPRESS

La estrategia electoral de Génova apuntará a la ley de amnistía y el caso Koldo

02 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Nada hacía presagiar que Alberto Núñez Feijoo cumpliría hoy dos años como líder popular sentado en Génova y no en La Moncloa. Contra todo pronóstico y pese al éxito cosechado el 28M y a ser la lista más votada el 23J, no logró la mayoría parlamentaria necesaria para ser investido presidente. Ir de la mano de Vox anuló cualquier atisbo de negociación y desembocó en una investidura fallida, innecesaria y más que anunciada. Hoy, con un equipo renovado y un discurso endurecido que pretende revertir la fuga de votos hacia los de Abascal, el expresidente de la Xunta afronta en solo 60 días tres comicios claves para su rival, ya que sus resultados podrían desequilibrar los apoyos a Pedro Sánchez en el Congreso y obligar a un adelanto electoral para el próximo otoño. Con la vista puesta en esta eventual coyuntura, el de Os Peares se volcará con las elecciones vascas y catalanas, dos feudos en los que solo puede crecer, y encarará las europeas como un «plebiscito» al jefe del Ejecutivo, por lo que su estrategia electoral se centrará en instrumentalizar dos armas arrojadizas: la ley de amnistía y el caso Koldo, de presunto cobro de comisiones por la venta de material sanitario en plena pandemia.

La resistencia de Cuca Gamarra

La única superviviente del equipo de Pablo Casado —que dimitió tras denunciar públicamente por corrupción a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso— es la abogada riojana Cuca Gamarra, que entonces era portavoz del partido en el Congreso, y con Feijoo pasó a convertirse en secretaria general de la formación como premio a su «trabajo y lealtad». El núcleo duro del PP se asentó sobre el llamado clan gallego, ya que puso al ferrolano Miguel Tellado al frente de la portavocía en la Cámara Baja; al coruñés Álvaro Pérez, como coordinador de comisiones; y al lucense Jaime de Olano, como tesorero y portavoz adjunto. Además, incorporó a las también gallegas Marta Varela y Mar Sánchez, como jefa de gabinete y directora del área de proyección e imagen, respectivamente. También incluyó en este grupo de confianza a Luis de la Matta, director de comunicación. Feijoo no solo diseñó un PP a su medida, sino que recuperó a miembros del equipo de Mariano Rajoy para mantener el control sobre Génova, 13, como los exministros Dolors Montserrat, Fátima Báñez y Ramón Escolano.

Dos años después de que fuera designado presidente de los populares en el congreso extraordinario de Sevilla y prometiera «coser las heridas» del partido, Feijoo ha endurecido su discurso, incidiendo en la deslegitimación de las instituciones y acusando al PSOE de no ser un partido de Estado. El pasado marzo, en la cumbre de Córdoba con los líderes territoriales de su formación, tachó la situación de «urgencia nacional» y auguró que el Gobierno de Pedro Sánchez «va a caer». En esta reunión, se diseñó una hoja de ruta para los próximos meses, en los que coincidirán tres convocatorias electorales, marcada por la tramitación de la ley de amnistía al procés, el caso Koldo y la presunta relación de la esposa del presidente del Ejecutivo, Begoña Gómez, con Air Europa, cuando esta aerolínea fue rescatada. «Este Gobierno ya no tiene arreglo, ha nacido averiado. La avería cada día es mayor y es imposible arreglar lo que no funciona», opinó.

Las europeas del 9 de junio, donde los populares aspiran a ampliar la representación del centroderecha, son las primeras elecciones de ámbito nacional desde el 23J y en Génova las analizarán como una segunda vuelta, en la que pronostican que los votantes penalizarán al Gobierno socialista.