La larga lista de sospechosos que maneja Vladimir Putin

Francisco Espiñeira Fandiño
Francisco Espiñeira REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD · Exclusivo suscriptores

Putin, anunciando que este domingo será un día de luto nacional
Putin, anunciando que este domingo será un día de luto nacional Mikhail Metzel | REUTERS

Pese a la reivindicación del Estado Islámico, el reelecto presidente prefiere apuntar a Ucrania para justificar su guerra

24 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En el militarizado régimen ruso no es fácil moverse. Que se lo digan a los disidentes que son detenidos por escribir mensajes contra Vladimir Putin en papeletas de voto que, se supone, deberían ser secretas. A la legendaria dureza del exespía, que acaba de ser reelegido como presidente de Rusia, le brotan los enemigos por doquier. La lista de posibles autores de un ataque contra el líder ruso es amplia. Los enemigos de Putin que logran sobrevivir son muchos.

LOS QUE LO REIVINDICAN

Del Cáucaso al Sahel. La pista más coherente con la autoría del atentado del Crocus City Hall está vinculada con el yihadismo. El Reino Unido y Estados Unidos llevaban al menos desde el 8 de marzo alertando de un posible ataque contra grandes concentraciones de gente. Un día antes, el FSB, el servicio de espionaje interior ruso, anunció la caída de una célula islamista que pretendía atentar contra una sinagoga. Rusia cuenta con una importante población musulmana, especialmente en la zona del Cáucaso y en varias repúblicas centroasiáticas. Muchas de esas comunidades —Chechenia, Daguestán...— denuncian abusos y opresión.

Tampoco ha hecho amigos Putin en el Sahel, donde sus milicias combaten a cambio del dinero del mejor postor dejando tras de sí un reguero de muerte y destrucción.

Un escenario parecido procede de zonas de conflicto como Siria o Afganistán, donde ha apoyado a regímenes como el de Al Asad o los talibanes directamente enfrentados con el Estado Islámico.

UCRANIA

La solución deseada. En su primera comparecencia, Putin evitó señalar a su más enconado rival en estos momentos, Ucrania, como sí hicieron en los primeros instantes algunos de sus más directos colaboradores. Kiev se desmarcó desde el primer momento del atentado e incluso lo condenó. Estados Unidos avala la inocencia ucraniana. «Los presuntos autores intentaban huir por la frontera ucraniana», verbalizó Putin. La distancia entre Moscú y Jarkov, la primera ciudad ucraniana libre, es de 742 kilómetros. Demasiado lejos.

LA DISIDENCIA RUSA

Desorganizada y ruidosa. La muerte de Alexéi Navalni, presuntamente asesinado en una cárcel rusa cerca del polo norte, ha generado una importante movilización interna que, hasta ahora, siempre se ha mostrado por cauces pacíficos. La excepción serían los tres grupos armados que combaten junto a Ucrania: la Legión Libertad para Rusia, el Cuerpo de Voluntarios Rusos y el Batallón Siberiano. Son unos pocos cientos de hombres a los que, de momento, solo se les responsabiliza de atacar las regiones fronterizas del sur, como Kursk o Belgorod. Tienen armas y atrevimiento, pero nunca habían actuado en Moscú. Son colectivos muy ruidosos, pero desorganizados

EL GRUPO WAGNER

Enfadados, pero sin líder. El asesinato de su líder, Prigozhin, y la caída en desgracia de la milicia, tras alzarse en armas contra varios de los aliados de Putin, ha sacado a los mercenarios de Wagner del primer plano, pero son un grupo bien entrenado y armado hasta los dientes. La falta de un líder facilita la aparición de lobos solitarios o pequeños comandos. Pero parece poco probable.