Bolsonaro regresa a la calle en medio de la tormenta judicial

Héctor Estepa RÍO DE JANEIRO / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro reunió este domingo a miles de seguidores en São Paulo para darse su primer baño de masas
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro reunió este domingo a miles de seguidores en São Paulo para darse su primer baño de masas Sebastiao Moreira | EFE

Sus palabras durante el baño de masas podrían ser usadas en su contra

26 feb 2024 . Actualizado a las 21:39 h.

Jair Bolsonaro se dio un baño de masas este domingo por primera vez tras su salida del poder. Miles de personas se dieron cita en la avenida Paulista de São Paulo para apoyar al expresidente, inhabilitado hasta el 2030 por abuso de poder e investigado por un presunto intento de golpe de Estado.

Fue la mayor concentración de los últimos años, según los investigadores, y una demostración del liderazgo que todavía tiene Bolsonaro entre la derecha, aunque desde el Gobierno le resten importancia a la manifestación y recuerden que los brasileños ya hablaron en las urnas hace poco más de un año dándole la victoria a Lula da Silva.

«No podemos aceptar que el poder pueda apartar a nadie de la escena política, a menos que sea por una razón válida. No podemos concebir elecciones descalificando a los adversarios», señaló Bolsonaro, refiriéndose a su inhabilitación, sellada el pasado año después de que los jueces lo considerasen culpable de abuso de poder por haber esparcido dudas sobre el sistema electrónico de votación ante decenas de embajadores.

El expresidente se refirió también al caso Golpe de Estado, después de que la Policía Federal (PF) se presentase en su casa el pasado 8 de febrero y le impidiese salir del país, mientras detenía a varios de sus excolaboradores y registraba domicilios de antiguos ministros y militares.

Bolsonaro, sorprendentemente, aceptó tácitamente la existencia de un borrador golpista. Ese documento, encontrado por la PF, recogía el establecimiento de un estado de sitio y la detención de jueces y parlamentarios clave durante el período de transición entre el Gobierno del ultraderechista y la investidura de Lula, el 1 de enero del 2023.

«El estado de sitio comienza con el presidente de la República convocando los consejos de la República y de la Defensa», subrayó Bolsonaro, recalcando que «no fue convocado ninguno de esos dos consejos».

El expresidente reclamó también la amnistía para sus seguidores que asaltaron las sedes de los tres poderes en Brasilia en enero del año pasado y se calificó de «perseguido».

Quizás habló más de lo que sus abogados le habrían aconsejado. La PF confirmó el lunes tanto a Globo como a Folha de São Paulo que incluirá el discurso de Bolsonaro en la investigación y aseguró que sus palabras refuerzan la hipótesis de que hubo una trama golpista.

Para los jueces del Supremo, el acto del expresidente fue «un grito de desesperación» ante una defensa que se basa en crear el relato de que no pasa nada por discutir un borrador de golpe, algo que un magistrado definió como un «absurdo jurídico».

Por otro lado, desde el Gobierno se ha criticado que el exmandatario quiera iniciar una «guerra santa». Bolsonaro subió al estrado con la bandera de Israel, Estado que tiene las simpatías de la gran comunidad evangélica brasileña, que también apoya al expresidente. Se vieron más banderas durante la marcha, después de que Lula comparase el conflicto en Gaza con el Holocausto.