Desarticulada en Cáceres una secta que obligaba a tener sexo para «curar» la homosexualidad

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Han sido detenidos la líder del grupo y su pareja, un psicólogo, que obligaban a las víctimas a mantener relaciones sexuales con ella para «curarse»

23 dic 2023 . Actualizado a las 14:32 h.

La Policía Nacional ha detenido a un psicólogo y a su mujer, en un municipio de la provincia de Cáceres, acusados de dirigir una «secta destructiva» que promocionaba supuestas «terapias heterosexualizantes» consistentes en mantener «relaciones sexuales sanatorias» con la líder del grupo. Los detenidos prometían a sus víctimas que así «curarían» su homosexualidad.

Además de los arrestos, encabezados por agentes de la Policía Nacional y también por funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria, se ha llevado a cabo un registro en el domicilio de los detenidos sito en una «amplia finca» del municipio cacereño, y otro en un local de Madrid donde se realizaban las «terapias» un día a la semana. De estos registros se han intervenido 100.000 euros en efectivo, diferentes sustancias estupefacientes, así como material informático y documental de interés para la investigación.

Según ha informado el cuerpo policial, los detenidos actuaban al amparo de la titulación en Psicología de uno de ellos. El modus operandi respondía a la realización de «pseudo-psicoterapias», sin disponer los establecimientos en los que se llevaban a cabo de ningún tipo de habilitación sanitaria ni autorización administrativa para tal fin. Durante sus actividades, los arrestados  utilizaban «técnicas de manipulación coercitiva, con las que lograban sucumbir la voluntad de los adeptos», quienes ponían en riesgo su salud física y psíquica y, «en muchas ocasiones», llegaban a abandonar las terapias médicas convencionales avaladas por la evidencia científica, lo que suponía un riesgo para su salud, además de un fraude económico.

El psicólogo y su mujer mantenían un discurso de odio al considerar la homosexualidad como una «enfermedad» que «se podía revertir». Y el proceso para hacerlo, prometían a sus víctimas, era mediante la abstinencia y las relaciones sexuales «obligadas» con la líder del grupo. Un principio avalado por el psicólogo, que consentía que mantuvieran sexo con su mujer. Además, los acusados facilitaban estupefacientes como marihuana  y otros psicoactivos como la ayahuasca, durante el desarrollo de sus «pseudoterapias». El objetivo era inducir «estados específicos de consciencia» a los pacientes. 

Según ha precisado la Policía Nacional, estas actividades se han desarrollado a lo largo de más de 20 años, tiempo durante el cual se han ido logrando nuevos adeptos, llegando a aglutinarse en algunas ocasiones hasta «más de 50 personas» que se aislaban de su entorno familiar, social y profesional. Este aislamiento era inducido por los detenidos, quienes en su lugar les instaban a dedicarse a funciones relacionadas con el grupo, llegando a ejercerse sobre las víctimas un «control total» hasta el extremo de «no tener capacidad de discernir en qué lugar residir, qué estudios cursar y con quién contraer matrimonio».

A todo esto se añaden las «constantes» demandas económicas de los arrestados, quienes se enriquecían a través de estas prácticas presuntamente ilegales, sin entregar a cambio ningún tipo de factura o justificante de pago. Ahora, se les acusa de su presunta participación en delitos contra la salud pública, lesiones, contra la libertad sexual, contra los derechos de los trabajadores, intrusismo profesional, coacciones, contra la integridad moral, blanqueo de capitales y asociación ilícita.