El público de los videojuegos se ha vuelto exigente. El E3, la feria más importante del sector, da cuenta de ello. El escaparate que antes marcaba el futuro a medio plazo de todas las plataformas trata ahora de arrancar el aplauso en las butacas de Los Ángeles, así como en los miles de personas que ven las conferencias por «streaming». Tres días tuvieron las compañías para mostrar sus cartas en la ciudad californiana. ¿A qué jugaremos los próximos años?
Carlos Pereiro