La iniciativa es aplaudida por los seguidores de @corazonsiemprealnorte, la cuenta de Instagram que ha compartido sus pinturas
03 jun 2023 . Actualizado a las 17:53 h.Al concejo de Ribadesella no le hacen falta muchos añadidos para triunfar: preciosas playas naturales, buena comida, una posición privilegiada en la desembocadura del Sella, patrimonio cultural indiano y prehistórico… Todos los ingredientes que hacen de este municipio oriental una apuesta turística segura con más adeptos cada verano.
Por desgracia para los foráneos, no toda la magia riosellana está en las guías, ya que a veces la mejor forma de conocer un lugar se logra explorando. A escasos kilómetros de la capital, se encuentra la pequeña localidad de Vega, muy cercana a la playa que le da nombre. Esta aldea constituye uno de esos recónditos lugares con encanto ausentes en las rutas turísticas, con casas de piedra y múltiples hórreos y paneras muy bien conservados. Pero aún hay más.
En este escondite para el turista hay un vecino, ya jubilado, que ha decidido convertir las paredes de su vivienda en una exposición de sus pinturas. Una iniciativa que ha triunfado en redes después de que la cuenta de Instagram @corazonsiemorealnorte se hiciese eco.
En este vídeo, que ya supera las 360.000 reproducciones y los 13.600 me gusta, se muestran algunos de estos trampantojos que retratan escenas rurales con motivos asturianos como protagonistas. Con su hiperrealismo consiguen confundir al observador y simular que un caballo asome su cabeza desde una cuadra, o que en mitad del pueblo haya un profundo callejón cubierto con arcos.
También aparece un retrato del propio artista asomándose tímido por la ventana o la imagen de un coche en el portón de un garaje, con el Picu Urriellu de fondo y un gato y un perro esperando a comenzar su viaje, tal y como comparte en su publicación Brenda, la dueña de este perfil de divulgación sobre espacios naturales asturianos y propietaria de su marca de ropa y accesorios Corazón siempre al norte. Al parecer, el artista habría necesitado la colaboración de un ayudante para llevar a término este desinteresado regalo en forma de arte, tal y como se explica en el post.
Por otro lado, a estos murales nunca les falta público, ya que hay un tramo del Camino de Santiago que discurre por el pueblo y así también amenizan el trayecto a los peregrinos. En definitiva, se trata de un conjunto de divertidas escenas que buscan engañar al observador y alegrar a los vecinos de Vega, quienes pueden presumir de tener su propia colección artística a orillas del Cantábrico.