El nuevo coach se basa en la filosofía estoica
23 feb 2023 . Actualizado a las 19:50 h.Ya está en Mareo. Imanol Ibarrondo se involucrará desde esta semana en la dinámica de trabajo del primer equipo del Real Sporting en Gijón como coach, buscando trabajar y desarrollar el plano mental del vestuario rojiblanco a partir de diferentes reuniones y charlas. Ibarrondo ya había mantenido varios encuentros de trabajo en Gijón con anterioridad, concretamente el pasado mes de diciembre, en unas dinámicas internas con personal del club debido a su vínculo con el Grupo Orlegi, con quien trabaja como apoyo en sus clubes Santos Laguna y Atlas.
Ibarrondo no solo es un hombre de confianza de Orlegi, sino que también conocía desde hace tres años al actual entrenador del Sporting, Miguel Ángel Ramírez. Fue a inicios de 2020 cuando el coach bilbaíno se sumó a la dinámica de Independiente del Valle en Ecuador después de que estos levantaran meses atrás el título continental de la Copa Sudamericana. Muestra de que su trabajo no solo consiste en reflotar situaciones adversas. Desde entonces, el grancanario bebió de sus ideas, siendo muy próximo a su forma de comunicar y conectar con el vestuario, siendo una referencia para él en un área de coaching en la que el propio Ramírez también se ha formado y compartiendo mensajes suyos en sus redes sociales personales.
La trayectoria profesional de Ibarrondo es dilatada en este aspecto, pasando, entre otros, por la Real Sociedad, la Selección de México, el Comité Olímpico Español o, más recientemente, la Selección de Ecuador. En todos sus destinos dejó su huella a partir de un método de trabajo que ha ido desarrollando en los últimos años y que está basado en las '7 Ps': presencia, preguntar, positivizar, potenciar, empatizar, procesar y pactar. El propio Ibarrondo se define como «un creador de posibilidades, un inspirador de personas para crecer y conseguir resultados extraordinarios».
De hecho, acompañó a Ecuador en el pasado Mundial de Qatar por petición de su seleccionador por aquel entonces, Gustavo Alfaro. Un cargo al que se vinculaba al propio Ramírez antes de su desembarco en el Sporting, figurando entre esas propuestas rechazadas para llegar a Gijón. Alfaro conoció a Ibarrondo apenas 4 meses antes del Mundial, en un partido del Santos Laguna. El propio seleccionador reconoció la química que surgió entre ambos tras dialogar durante horas en aquel encuentro y decidió que sería un refuerzo positivo para el vestuario de cara a la cita mundialista.
También en la Real Sociedad dejó huella en diferentes personalidades. En el caso de Alexander Isak, el cual se convertiría en la venta más cara de la historia del club vasco al salir por 70 millones de euros rumbo al Newcastle, su impacto fue total. El delantero sueco reconoció seguir a rajatabla las indicaciones y consejos de Ibarrondo durante su etapa en la Real, que basa muchas de sus charlas a la plantilla realista en la filosofía estoica, de la que Isak asegura ser un «apasionado» en su interés por la filosofía. Un delantero de gran rendimiento en su etapa como txuri urdin y que da especial importancia al apartado mental en su relación con el gol. Otro atacante, también de la Real, pero con un caso muy distinto por sus problemas de lesiones, Carlos Fernández, también admitió la importancia de Ibarrondo para mantener la confianza a pesar de la ansiedad generada por no poder contribuir como deseaba tras pasar tantas veces por la enfermería.
Esa filosofía estoica que acompaña a Ibarrondo allá donde va, tratando de sacar lo mejor de cada persona, se resume en una 'metáfora de la bellota' que ya se ha hecho mundialmente famosa: «Todos somos bellotas que estamos cansados de ser comida para cerdos y queremos transformarnos en robles». Es la frase de referencia del coach vasco.
Su método y su relación con la filosofía estoica la expuso públicamente en más de una ocasión: «Las conversaciones con los futbolistas se basan en aplicar la filosofía de los estoicos, que son referentes, una corriente filosófica vigente. De sus principios más básicos, el más importante es entender que lo que sucede no es bueno ni malo; lo único valioso es ser capaz de actuar con virtud. Las cosas son lo que son, lo único valioso es aprovechar las situaciones para crecer, madurar y evolucionar. Actuar con virtud tiene que ver con la capacidad de razonar. Hay que intentar ser capaces de evitar o controlar las emociones extremas. Desde ahí, no podemos evitar sentir emociones, pero sí podemos hacerlo aplicando la razón, regularlas, para evitar que nos hagan sufrir, que nos hagan decidir sin sabiduría». Un control emocional que ahora tratará de inculcar en la plantilla del Sporting con el objetivo de poder recuperar la confianza y revertir los malos resultados del presente curso.