Buscarán un reclamo para jóvenes futbolistas
03 jul 2022 . Actualizado a las 23:54 h.Dentro de la filosofía de club que persigue Orlegi Sports, la cantera siempre tiene un lugar reservado. Así debe ser particularmente en el Real Sporting de Gijón, una entidad históricamente ligada a su fútbol base y con una infraestructura con el potencial para mantener presente a día de hoy esa pretensión. Sin embargo, si algo parece claro en los últimos años es que la Escuela de Fútbol de Mareo se ha quedado atrás, y no es meramente una cuestión del número de futbolistas formados en sus campos que llegan a Primera División -que también-, sino el cómo no se ha sabido sacar rendimiento a tales instalaciones a la altura de un club moderno. Y si en algo coinciden muchos especialistas del mundo del fútbol es en la necesidad de tener una residencia en sus instalaciones, algo de lo que el Sporting carece a día de hoy.
Mismamente en las propias tertulias realizadas en Sporting1905 esta pasada temporada en Twitch, profesionales como Javier Vidales o Pedro Menéndez incidían en la importancia de tener una residencia de nivel para poder albergar talento que venga de más allá de los clubes repartidos por la región. Este es un paso clave que en otras canteras por todos los puntos del país han ido incorporando para tener mayor capacidad de captación. No son pocos, precisamente, los jugadores que han salido de Mareo rumbo, por ejemplo, al Villarreal, que cuenta con una residencia de estas características en su ciudad deportiva. El último caso, muy reciente, lo ejemplifican el central Alejandro Castaño y el delantero Edu González, ambos en edad infantil que recalarán para la 22/23 en el conjunto castellonense.
Al respecto de esto fue muy claro Alejandro Irarragorri, nuevo Presidente del Consejo de Administración del Sporting: "No podemos prohibir que estos clubes se lleven a nuestros canteranos. Lo que tenemos que hacer es competir con ellos, ofrecerles algo mejor que nos les invite a irse". Un caso de un club de similar tamaño e influencia como el Celta de Vigo puede servir como ejemplo, construyendo hace un lustro en el centro de la ciudad una residencia para juntar a las promesas que venían de fuera de la región y que hasta entonces estaban en puntos alejados del club y no directamente controlados por ellos.
La reestructuración de Mareo, ya sobre la mesa del Grupo Orlegi, irá tomando forma poco a poco, siendo el de la propia residencia un paso a dar en la mayor brevedad posible. Precisamente la propiedad saliente encabezada por Javier Fernández ya había propuesto en Junta de Accionistas que parte del dinero a invertir recibido tras el acuerdo de CVC pasaría por ampliar Mareo con la compra de la finca de la Marruca y posteriormente -entre otras cosas también necesarias en Mareo como un nuevo gimnasio adaptado a los tiempos actuales- la construcción de una residencia para jóvenes proyectos de futbolistas. Unos planes que Orlegi mantiene en revisión para esbozar su particular proyecto, en el que la residencia gozará de la importancia debida, replicando su trabajo en México.
Sin embargo, si algo ha quedado claro tras la etapa que el Sporting ha dejado atrás hace escasos días es que no todo es infraestructura; también hay que dotarlo de estructura. En el club ya se está trabajando en la reorganización de Mareo en manos de los hombres fuertes del club: Gerardo García en materia deportiva y David Fernández como director de cantera, que afrontan una semana clave de reuniones y planificación. Entre sus tareas está el dotar de la estructura adecuada a estos planes de futuro en la SAD rojiblanca, con un equipo de captación mucho más amplio para no cerrar las puertas únicamente al mercado asturiano, punto que hila una vez más con la necesidad de construir dicha residencia. Una estructura de ojeo que dista mucho de parecerse a la que trabajaba hasta ahora, donde Jorge del Rosal era el único encargado y en la que lo acompañaban en la valoración de futbolistas los propios entrenadores de la cantera. El Grupo Orlegi cuenta con más de 20 ojeadores en nómina.
Este paso adelante tan necesario acercará al Sporting a las políticas de cantera vanguardistas, pero abrirá nuevos retos hasta ahora no explorados en el club gijonés. Por un lado, el dilema moral de hacer mercado con niños en temprana edad, con métodos que no gustaron aquí en su momento como las que aplica el citado Villarreal.
Por otro, está la cuestión más allá de nuestras fronteras. Incorporar menores de otros países es una práctica habitual en el mundo del fútbol, pero también es muy vigilada por FIFA, que prohibió estos traspasos en 2009 apuntando tres excepciones a la norma: que los padres del menor cambien de país por razones no relacionadas con el fútbol; que el traspaso se efectúe entre países de la UE o del Espacio Económico Europeo, teniendo el jugador entre 16 y 18 años; o que jugador y club de destino, perteneciendo a distintos países, no estén a más de 50 kilómetros de la frontera, cuestión que no puede inmiscuir al Sporting.
En cuanto a los fichajes nacionales, el momento clave es el paso de los 15 a los 16 años, cuando los talentos pueden firmar su primer contrato profesional. Lo pasado es papel mojado, siendo Ferreres uno de los escasos casos en los que el equipo formador ha ganado una recompensa por su fuga. En esta franja ya no pueden competir los equipos Premier por el cambio de regulación debido al Brexit, la cual les impide fichar menores de edad españoles para sus canteras.
De igual forma, esta residencia abre las posibilidades de firmar contratos de prueba, testear a jugadores en Mareo de forma temporal antes de intentar ningún fichaje o incluso organizar campus y jornadas de formación que servirán con este mismo propósito. Algo que Orlegi ya hace con sus clubes -Santos Laguna y Atlas- en México, donde además cuenta con diferentes academias repartidas por diferentes puntos de la geografía estadounidense.
Por último, también se puede explotar comercialmente, como deseaba hacer la directiva de Javier Fernández durante los últimos años, llegando a explorar opciones como la Universidad Laboral para su ubicación antes de llegar los fondos de CVC. Ya fuese con stage de escuadras que venían consultando la disponibilidad de las instalaciones, o mediante la estancia pagada por una temporada por instituciones y clubs extranjeros, siendo la llegada de tres jugadores chinos -He Xinjie (está siendo convocado por el Guangzhou), Jiang Weilang y Wu Junjie- durante los últimos años un programa piloto con la Fundación Evergrande, un gigante del ladrillo con problemas financieros al que se le enviaban informes semanales sobre sus jóvenes talentos hasta que se cerró el grifo económico.
Otro ejemplo es el de Abdullah Al Hamdan, aunque esta gestión se realizó a través de LaLiga. El canterano fue traspasado del Al-Shabab al Al-Hilal por más de 600.000 euros, donde comparte vestuario con Matheus Pereira, Gomis, Marega, André Carrillo y Giovinco. Además, ha sido titular 13 veces con Arabia Saudí marcando 4 dianas.
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