Texto de análisis
26 abr 2022 . Actualizado a las 13:52 h.Partido clave para el Real Sporting en el estadio de los Juegos Mediterráneos para poner tierra de por medio con la zona de descenso tras el triunfo donostiarra en el duelo directo entre la Real Sociedad 'B' y Amorebieta. Sin embargo, en una versión tan pragmática como inofensiva, los de José Luis Martí salieron sin botín de su choque ante el Almería, una vez más recibiendo el golpe en los últimos instantes de partido. Analizamos, en base a cuatro claves destacadas, los motivos de la derrota rojiblanca.
Bien en salida, mal en construcción
La presión alta tan característica del Almería marcó el inicio del partido, sin embargo, los de José Luis Martí estuvieron acertados para salir jugando desde atrás con mayor asiduidad de lo habitual desde la llegada del preparador balear. El Sporting, con una línea de cuatro atrás y los laterales prácticamente a la misma altura que el 'hombre boya', José Gragera, prácticamente combinaban con los cinco futbolistas más retrasados -exceptuando a Cuéllar- para evitar la presión local, logrando llegar con éxito a zafarse de ella. Una buena imagen que no correspondía con la ofrecida unos metros más adelante, pues cuando tocaba conectar con los futbolistas de ataque la bombilla se apagaba. El buen trabajo en los primeros pases no encontraba continuidad, con un Sporting preocupantemente inoperante para combinar cerca de la medular hacia campo contrario. Un déficit que lastró cualquier opción de construir un ataque desde la asociación.
Control del ritmo de juego.. por momentos
Defensa desde el balón, con posesiones poco productivas en lo ofensivo, interrupciones constantes, con faltas o tomándose su tiempo para reiniciar el juego.. No es la fórmula más vistosa del mundo, pero es igualmente innegable su efectividad. El Sporting logró cortar el buen inicio de los locales en ambas partes frenando el ritmo del partido, lo cual beneficiaba claramente a los de Martí. El problema es que esto solo duró un par de tramos a lo largo del partido, pues el Almería logró imponer de nuevo el escenario de partido que buscaban los de Rubi, algo que no deja en buen lugar el papel de los asturianos.
Salvados in extremis demasiadas veces
Partido de luces y sombras en el plano defensivo. Si bien hubo varias situaciones con una correcta defensa de la zaga rojiblanca, en otras, por mera inspiración individual -especialmente de un siempre peligroso Sadiq- o por error atrás, los de Martí sufrieron para contener a su rival, que sumó hasta 12 remates y 7 de ellos entre los tres palos. Pero no solo es cuestión de cifras, pues la sensación de peligro fue permanente, con varias ocasiones claras que por desacierto rival y salvadas de último momento de la defensa gijonesa terminaron en nada, aunque avisaban de que el desenlace podía ser el que se terminó dando.
Contragolpes mal ejecutados
En un partido marcado por el pragmatismo visitante, la única vía para poder atacar -por obligación y muy probablemente por convicción- se reducía a los contragolpes. Sin embargo, las ocasiones que tuvo el Sporting para atacar verticalmente con espacios en transición no tuvieron el desenlace deseado. Una mala toma de decisión a la hora de dar el último pase, el exceso de individualismo en diversas oportunidades y la falta de pegada al pisar área, además de alguna que otra imprecisión más habitual en el juego directo tan recurrente con la llegada del balear al banquillo, hicieron que el conjunto rojiblanco apenas contabilizara ocasiones de peligro. Un partido de tan escasa producción ofensiva que no permitió ni que se pensara por un momento en poder lograr los tres puntos.
Los cambios
Borja por Babin. Cambio obligado por lesión del martiniqués. Borja fue poco a poco a más en el encuentro, pues empezó sufriendo en su marca sobre Sadiq. A pesar de esa mejoría, se vio superado en varias ocasiones en el partido, aunque logró cortar alguna jugada con éxito ya en el área rojiblanca, perdió varias veces su marca en una noche difícil para la zaga en general.
Gaspar y Guille por Aitor y Bogdan. A pesar del bajo nivel ofrecido por los titulares, ni Rosas ni Gaspar lograron incidir positivamente en el juego del Sporting en los minutos que tuvieron.
Nacho y Campuzano por Villalba y Puma. Sin tiempo suficiente para cambiar cosas en el partido, aunque las veces que lograron participar no salieron precisamente bien parados.
Nota a Martí y el cuerpo técnico
Insuficiente. Planteamiento reactivo del Sporting, basado en la defensa y el intento de controlar el ritmo de partido con tal de dificultar el juego del rival, más preocupado en eso que en explotar las virtudes propias. Un plan que de por sí no supone nada negativo, salvo que no se logre ejecutar con acierto en el global de los 90 minutos, y el Sporting no logró hacerlo. Un partido más con una imagen muy alejada de un equipo que busca ganar cada semana. La dinámica sigue siendo la de un conjunto de puestos de descenso.