«Todos debemos apoyar al Sporting de Baraja»

Alejandro Vigil Morán

SPORTING 1905

Baraja
Baraja Real Sporting

Artículo de opinión

07 nov 2018 . Actualizado a las 12:10 h.

Sería más sencillo y exitoso redactar un artículo incendiario contra Rubén Baraja y Miguel Torrecilla. Pero una vez que la incertidumbre en torno al banquillo del Sporting ha transcurrido, la guerra de trincheras debe finalizar, por lo que es hora de actuar con responsabilidad y todos debemos ponernos al lado del proyecto. Del mismo modo que los protagonistas, tanto del césped como de los despachos, deberán asumir responsabilidades llegado el caso.

Sus aciertos serán los del sportinguismo, como se suele decir, y remar en contra solo irá contra nuestros propios intereses, o lo que es lo mismo, en favor de un rival como el Málaga, que viajará a El Molinón - Enrique Castro Quini con bajas importantes, deseoso de aprovechar el divorcio entre el vestuario y la grada para sumar tres puntos más sencillos de lo esperado el día que se conoció el calendario. La anterior puede resultar una frase al viento, pero tanto en público como en privado, todos los rivales del Sporting han reconocido que alteraron su táctica para intentar hacer saltar ese punto de ansiedad a los rojiblancos.

Los jugadores han demostrado estar a favor del cuerpo técnico, así lo ha refrendado esta tarde Miguel Torrecilla ante los medios de comunicación, por lo que parece probable que Rubén Baraja se siente en el banquillo visitante del Carlos Tartiere. Por delante restan dos semanas para rearmarse y marcar un punto de inflexión al alza, toda vez que el director deportivo aseguró que el estado de crispación no le hará tomar decisiones drásticas, aunque dañe su propia imagen. A su vez, tampoco parece muy recomendable estrenar entrenador días antes de visitar al eterno rival, ya que un mal comienzo puede tapar por completo los habituales efectos positivos de un cambio de caras; mientras apostar por un entrenador interino sería perder una semana más y viajar a la capital con balas de fogueo. La decisión debía tomarse hoy, en un sentido u otro.

El respetable tiene todo el derecho a pitar y mostrar su descontento, pero debería hacerlo una vez finalice el encuentro, si es que así se lo han merecido los protagonistas. Pablo Pérez puede ser un buen ejemplo de ello, lastrado por los pitos y la falta de confianza, solo ha sacado su mejor imagen después de jugar un buen partido lejos de El Molinón frente al Rayo Majadahonda, enlazado con los aplausos y el apoyo que le emocionó frente al Eibar. De suplente del descarte a titular. Así funciona el juego.