¿Cuál es la causa de las neumonías en niños en el norte de China?
OPINIÓN
La frecuencia de las infecciones respiratorias no es constante. Lo esperable es que haya repuntes. Es lo que ocurre todos los años, especialmente en otoño e invierno. Habitualmente por microorganismos conocidos. Suben y bajan.
Los datos que tenemos sobre el aumento de infecciones respiratorias en China son insuficientes. Es lógico, pues no ha habido tiempo para generar más información. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha solicitado oficialmente a China información detallada sobre el aumento de las enfermedades respiratorias y los casos de neumonía en niños que se están describiendo últimamente.
En una conferencia de prensa celebrada el 13 de noviembre del 2023, las autoridades chinas de la Comisión Nacional de Salud informaron de un aumento en la incidencia (cantidad) de infecciones respiratorias en China. Indicaron que su aumento era debido a microorganismos conocidos como el virus de la gripe, el virus respiratorio sincitial (VRS), SARS-CoV-2 (el virus que causa el covid-19) y Mycoplasma pneumoniae (una bacteria que puede causar neumonía atípica). Atribuyeron esta alza al levantamiento de las restricciones por el covid-19 y a una subida de la circulación de estos patógenos. Las autoridades enfatizaron la necesidad de mejorar la vigilancia de las enfermedades en los centros de salud y entornos comunitarios, así como fortalecer la capacidad del sistema de salud para atender a los pacientes.
El 21 de noviembre, los medios de comunicación y ProMED (una red de vigilancia de una sociedad científica internacional) informaron sobre grupos de neumonía no diagnosticada en niños del norte de China. No está claro si estos están asociados con el aumento general de infecciones respiratorias informado anteriormente por las autoridades del país o con eventos separados.
El 22 de noviembre, la OMS solicitó información epidemiológica y clínica adicional, así como resultados de laboratorio de estos grupos notificados entre niños, a través del mecanismo del reglamento sanitario internacional. También ha solicitado más información sobre las tendencias recientes en la circulación de patógenos conocidos, incluidos la influenza, el SARS-CoV-2, el VRS y el Mycoplasma pneumoniae, y la carga actual sobre los sistemas de atención médica. La OMS también está en contacto con médicos y científicos a través de nuestras asociaciones y redes técnicas existentes en China.
Debemos ser cautos con la información disponible, porque es limitada. Con toda la prudencia necesaria, la hipótesis oficial (aumento de una o más de las infecciones respiratorias estacionales ya conocidas) parece la más probable. También debemos aprender a normalizar las noticias de este tipo. Para responder rápidamente necesitamos vigilar la aparición de señales de alerta y ser capaces de caracterizar las causas, mediante técnicas de diagnóstico molecular microbiológico como PCR, secuenciación masiva, u otras, en los laboratorios de microbiología clínica.
La mayoría de las señales de alerta que detectemos, afortunadamente, quedarán en nada, y por eso debemos evitar caer en la dinámica del cuento del lobo. Por el contrario, tenemos que aprovechar estas noticias para reflexionar si hemos trabajado lo suficiente para estar mejor preparados ante una amenaza real, cuando llegue. Que llegará. No sabemos cuándo, pero llegará.
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