Tengo la sensación de que vivimos en un bucle. No sé si es por los recuerdos de Facebook (que cada día te muestra lo que has hecho en años anteriores y que seguramente hoy lo vuelvas a hacer), pero a veces tengo la sensación de que repetimos una y otra vez los mismos rituales. Es verdad que hay días y días, como hoy. Cada seis de enero hay poco más de que hablar que de los regalos de Reyes, del Sorteo del Niño y de cómo has aprovechado la jornada festiva. Pasa lo mismo con otras fechas singulares, aunque luego están otros debates creados interesadamente, como si nos gusta o no cómo va vestida Cristina Pedroche cada Nochevieja. Salvo algunas excepciones (como en Vigo), las luces de Navidad quedarán apagadas este domingo, con lo que podremos poner punto final a las comidas y cenas a tutiplén (con el final de las restricciones ha vuelto a haber fiestas y cotillones multitudinarios, incluyendo fiestas ‘rave’, que se sabe cuándo empiezan pero no cuando terminan). Ahora nos tocará hablar de las rebajas y de la ‘cuesta de enero’ para repetir los mismos temas de siempre. En fin, que aunque nos pueda parecer que de un año a otro hay diferencias, si lo pensamos bien, al final repetimos muchas cosas.
No se le escapa a la política tratar los mismos temas día sí y día también. Algunos son eternos e históricos, y otros son una verdadera vergüenza que persistan en el tiempo. Por ejemplo: Si antes del próximo viernes no se alcanza un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial, habremos alcanzado 1.500 días de bloqueo por parte del PP. Parece que esta técnica es la única baza que le queda a quienes no consiguen ganar las elecciones, y lo vemos incluso fuera de nuestras fronteras (estos días en Estados Unidos son incapaces de elegir al Presidente de la Cámara de Representantes, lo que provoca el bloqueo de la actividad parlamentaria). En España hemos iniciado un año electoral que se antoja interesante y apasionante. El primer duelo se celebrará el 28 de mayo en las locales y autonómicas y, si no hay un cambio sustancial en el panorama político español, las generales tocarán a finales de año (cabe recordar que a partir de julio nuestro país asumirá la Presidencia de la UE, por lo que es poco probable que Pedro Sánchez quiera adelantar los comicios. Como muy tarde, tiene hasta el 10 de diciembre para convocarlas). En este mes de enero veremos ya los primeros movimientos sobre posibles alianzas, sobre todo en la izquierda, en el que IU, Podemos y Sumar deben decidir si ir juntos o si van a competir separados por el espacio al que no llega el PSOE. Por la derecha, Ciudadanos parece que firmará su sentencia de muerte si su refundación se va al traste en breves días y Vox tendrá que valorar cómo puede volver a arañar votos al PP, porque tras lo ocurrido con Macarena Olona en Andalucía es evidente que la ultraderecha ha tocado techo. ¿Terminará el llamado bipartidismo (PP y PSOE) copando prácticamente todo? Pues si no se ponen las pilas los demás, puede que se repitan los resultados anteriores al origen del 15M.
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