Del escándalo que Raphael proyecta a viva voz en uno de sus temas más célebres no hay ni rastro en Raphaelismo, la serie documental de Movistar+ que condensa en cuatro horas seis décadas de carrera. Raphaelismo es una biografía autorizada, respaldada por el protagonista y su familia. Desde el beneplácito y la admiración, retrata a un icono hecho a sí mismo, un «luchador nato» que escuchó sus primeras ovaciones en escena con el estómago vacío, pero con las ideas muy claras.
La serie es el objeto de deseo de los admiradores del cantante, con datos y curiosidades apoyados en un aquilatado trabajo de documentación que va desde fragmentos del NODO a testimonios de otros artistas, grabaciones y fotografías inéditas. Quienes son fans repasan algunos detalles que ya conocen y descubren otros. Que la «h» del nombre hace referencia a la discográfica Philips y se la puso para inventarse a «otro ser» que acabó por ser él mismo. Que viste de negro desde que le perdieron la maleta en su primer viaje a México. Que el raphaelismo es una doctrina con sus liturgias, como explica Alaska, y es imprescindible saber cuándo cantar, cuándo aplaudir y cuándo callar.
Quienes no forman parte de esta parroquia, que solo saben de Raphael por los karaokes y los especiales de Nochebuena, pueden disfrutar de la historia bien narrada de un artista singular del que conocen más canciones de las que creían.