En este tiempo en el que cada vez más se enfoca todo en lo virtual es un problema que se caiga internet. La transformación de hábitos y problemas de la vida real llega incluso a los delitos a través de los ataques cibernéticos. También hay incidentes por sobrecargas en la red y, según parece, por la involuntariedad y la mala suerte. Así fue lo que le pasó a Fastly (es una CDN, es decir, una red de servidores cuyo cometido es distribuir contenidos de forma rápida y segura) que durante unas horas fue el responsable de que se viera el error 503 al intentar visitar páginas webs como The New York Times, el gobierno británico, Twitch y Amazon. Cada vez que encendemos el ordenador o usamos dispositivos móviles tenemos una falsa sensación de seguridad y de privacidad (de que nadie nos espía, ni mira, ni sabe qué nos interesa).
La publicidad que nos aparece es precisamente la que sabe el algoritmo que más nos interesa por nuestras búsquedas, lo que deja claro es que nuestros movimientos no pasan desapercibidos. No hay ni un dato que se les escape de nosotros. Las grandes tecnológicas tienen en su poder esos datos que son el oro en este momento y de lo único que me alegro ante sus imposiciones es que lo tendrán más difícil en su empeño de seguir escondiéndose en paraísos fiscales sin que nadie hiciera nada, cuestión que nadie entendía. Los siete países más ricos del mundo han propuesto fijar una nueva fiscalidad internacional para aplicarles un mínimo (fijado en un 15%), que deberá ser aprobado por el G20.
Si no hay sorpresas habrá nueva dirección política en Podemos liderada por Ione Belarra. La ministra de Derechos Sociales tendrá el difícil reto de reflotar una formación política a la que, al igual que a Ciudadanos, el paso del tiempo le ha ido consumiendo. El excesivo personalismo de quien lo ha dirigido hasta ahora (que por cierto no se dejará ver este fin de semana) hace muy difícil un cambio de tendencia. Veremos si tras la Asamblea Ciudadana (esta vez en el Auditorio Paco de Lucía de Alcorcón, aunque la hayan bautizado como Vistalegre IV), la nueva secretaria general aúna fuerzas y apoyos o si las heridas provocadas en los siete años de vida del partido morado siguen abiertas.
La actualidad también pasará por las primarias del PSOE en Andalucía y sobre todo por la Plaza de Colón porque otra vez las derechas se pegarán por salir en la foto contra los indultos a los políticos presos del «procés» catalán. Nadie entiende que Casado haya dado el paso de asistir pese a que se ha quedado solo para hacerse la foto tras el plantón de sus barones (Mañueco alega que son las fiestas de Salamanca para no aparecer por allí). La estrategia parece querer evitar que Vox monopolice este tema, pero a mi juicio lo único que consigue el principal partido de la oposición es echar más gasolina al fuego. El PP deja claro que no le ha afectado el resultado del 14 de febrero al Parlament porque les sirve su enfrentamiento contra lo catalán como rédito político en otras comunidades autónomas, como ocurrió en las elecciones del 4 de mayo en Madrid.
Creo que no se entiende para nada que se vaya a vacunar a la Selección Española. Muchas personas, con toda justicia, reclamaron que se les tuviera en cuenta y se les priorizara por su situación sanitaria y laboral. El Ministerio de Sanidad les obligó a esperar a su turno establecido por edad. Hay que decir, además, que a los jugadores solamente se les suministraría una dosis, una medida que no les permitirá inmunizarse de cara a jugar la Eurocopa. No ha pasado desapercibido que estas mismas personas hayan jugado toda la temporada de La Liga sin estar vacunados. Este caso no es similar al de los deportistas que acudirán a Tokio a los Juegos Olímpicos porque, según se ha publicado, existe el compromiso del Comité Español de reponer las dosis que se utilicen, de tal manera que ningún español se verá perjudicado (son 3.888 para inmunizar a un total de 1.940 personas). A ver en qué queda esta polémica porque podría darse marcha atrás.