Diez años después

OPINIÓN

Pablo Iglesias en un mitin de Unidas Podemos
Pablo Iglesias en un mitin de Unidas Podemos Ricardo Rubio

14 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Mañana se cumplirán diez años del 15-M. Aquel día de San Isidro, festivo en Madrid ciudad, hubo una manifestación de «indignados» que consiguió marcar, hasta hoy mismo, la agenda política, especialmente en el espectro de la izquierda. El mérito de haberlo hecho por internet, sin contar además con el respaldo explícito de algún partido, sindicato o asociación conocida, dejó entrever que la ciudadanía española ansiaba muchos cambios. Quizás no todos los deseos e ideas de aquellas asambleas ciudadanas en la calle se han hecho realidad (para quienes gritaban contra una juventud sin futuro y pedían una democracia real ya), pero es innegable que nuestro país tomó otro rumbo.

En aquel 2011 a quien más le costó las consecuencias de las protestas fue al PSOE (en las elecciones locales y autonómicas, que se celebraron ese mes de mayo, y en las generales en noviembre, donde Rajoy consiguió la mayoría absoluta), y no fue hasta las elecciones europeas de 2014 donde por primera vez un nuevo partido, que se llamó Podemos, apareció en escena capitalizando ese sentir. Sin entrar en muchos más detalles, las elecciones madrileñas de hace una semana han dado carpetazo al liderazgo de Pablo Iglesias, y la duda está en si quien le suceda conseguirá reflotar el partido o si al igual que le está ocurriendo a Ciudadanos el futuro del partido morado tiene sus días contados. 

Otra cosa que empezó hace diez años a discutirse ya es una realidad. Ayer se aprobó en el Congreso de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética con el fin de que nuestro país elimine los gases de efecto invernadero para 2050 y transforme la economía con el objetivo de preservar y cuidar el medio ambiente. Una buena noticia, sin duda. Me gusta reconocer las cosas que creo que se hacen bien y muchos expertos señalan que el momento de actuar es ahora, no cuando tengamos el problema encima como nos ha pasado con la pandemia. Por cierto, creo que tenemos que sentirnos muy contentos es haber conseguido que la educación no se parase por culpa de el coronavirus. A mi entender era un reto importantísimo que el curso escolar se pudiera llevar a cabo con las máximas garantías de seguridad para el conjunto de la comunidad educativa y así ha sido. Por supuesto que no todo ha ido perfecto, pero me alegra saber que se esté planteando de cara al próximo curso 2021/22 que se termine la semipresencialidad en todas las etapas (incluyendo ESO, bachillerato, FP y enseñanzas artísticas y deportivas) para así poner fin a las muchas molestias a alumnos y profesores.

En el contexto internacional, son muy preocupantes las imágenes que estamos viendo estos días de Oriente Próximo y de Colombia. Este tipo de cosas no llevan diez años de actualidad, sino muchos más, y es necesario y urgente que la comunidad internacional no dé la espalda a la población civil que lo único que quiere es sacar su vida adelante de la manera más digna posible.