Esta mesa es preciosa y las personas que están sentadas a su alrededor visten genial. La tele del fondo es superchula y funcional, ideal para videollamadas. Todo luce como los chorros del oro. Qué decir de los ministros, imposible imaginar otros mejores. Qué injusto y peligroso sería estropear esta bella estampa recordando que en España hay 47 millones de personas subiéndose por las paredes, que tenemos más de 200.000 contagiados, que se han muerto más de 21.000 personas, que hay miles de sanitarios sin mascarillas o, peor, con mascarillas fake. Qué injusto y peligroso sería mencionar los ERTE, hablar de los autónomos, recontar los negocios que van a echar el cierre. Lo ha dicho la ministra Celaá: el Gobierno no puede tolerar los mensajes negativos. Sí, para qué meternos en ese jardín pudiendo cerrar los ojos y soñar, por ejemplo, con el jardín del vicepresidente Pablo Iglesias. Y colorín, colorado.