Íñigo Onieva aclara la historia que hay detrás del anillo de compromiso de Tamara Falcó

Tras dos años juntos, olvidar a la que fue su pareja no está siendo fácil para Íñigo Onieva. Hace algo más de un mes que Tamara Falcó, después de difundirse un vídeo en la que el empresario aparecía besando a otra mujer, decidió poner punto y final a la historia. Desde entonces, mientras que la marquesa seguía su agenda con normalidad, Onieva prefería mantenerse al margen de la vida pública. No obstante, detrás de ese hermetismo por parte del empresario se escondería el deseo de recuperar el amor perdido.

Según publica la revista ¡Hola!, Onieva no estaría preparado para deshacerse del anillo de compromiso que le regaló a la marquesa de Griñón. Por ese motivo habría encargado a los dueños de la exclusiva joyería Repossi que lo transformasen para hacerlo más grande y más fuerte. Según el diario ABC, esta joya (valorada en 14.500 euros) no habría sido pagada por Íñigo, sino que se trataría de una pieza prestada por la joyería hasta que llegase el anillo que realmente había encargado. De ahí que la devolviese a los responsables de la firma no para transformarla, sino porque no era suya.

Una información que el ex de Tamara, cansado de estar en el punto de mira, ha desmentido a través de un comunicado emitido por sus abogados: «No solo es completa y terminantemente falso que el señor Onieva no adquiriese el anillo desde un principio, sino que lo cierto es que el coste del anillo encargado por él es más de dos veces superior al precio que refiere el artículo, pues se trataba de una pieza única, mejorada y personalizada».

«Tampoco es cierto que el señor Onieva haya entregado el anillo a la joyería en devolución de ese supuesto préstamo, sino que, después de la ruptura del compromiso, ha preferido entregar la versión estándar del anillo, para que la joyería la custodie, en tanto en cuanto recibe la versión inicialmente encargada, personalizada y mejorada, y que desde su adquisición se encuentra íntegramente abonada», continuaba el texto, en el que además de aclarar la verdadera historia que hay detrás del anillo de compromiso de Tamara, se denuncia el «grave atentado contra el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen» del empresario.

Comida familiar y misa de tarde

Mientras, Íñigo Onieva continua su vida con normalidad. Tal y como publica ¡Hola!, tras mudarse a un piso del centro de Madrid, el empresario disfrutó este domingo de una comida familiar en el mismo restaurante en el que entonó el «mea culpa» tres semanas atrás, con la compañía de su madre, su abuela y su hermana Alejandra. Al terminar, el ingeniero acudió a la iglesia de San Pascual, donde, tal y como se ve en las fotos publicadas por la citada revista, escuchó la misa de la tarde sentado en un banco. 

Durante su relación, Tamara confesó que había logrado que su por entonces pareja se iniciara en la fe católica. «Habíamos conseguido que él empezara a ir a misa. Hasta se confesó», indico la hija de Isabel Presyler en una ocasión tal y como rescata este número de ¡Hola!. Hace días se conocía el retiro que la marquesa de Griñón llevó a cabo en el Santuario de Lourdes. El miércoles reaparecía en Madrid para pronunciar el pregón del Domund 2022.

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