Una app que registra posibles casos contabilizó más de 250 diarios en los días en que se celebró el festival
01 may 2019 . Actualizado a las 15:52 h.Muchos de los asistentes al festival de Coachella (gran festival de música que se desarrolla durante tres días en la última semana del mes de abril en Indio, California), regresaron a casa con un desagradable regalo. La aplicación móvil SHerpAlert, que permite buscar ayuda médica ante los primeros síntomas de herpes genital, registró entre el 12 y el 21 de abril (fechas en las que se celebró el evento), unas 1.100 consultas correspondientes a otros tantos posibles casos de esta enfermedad de transmisión sexual. En condiciones normales, en la plataforma se detectan entre 12 y 16 casos al día, una cifra que se elevó considerablemente los días de Coachella, cuando se llegaron a diagnosticar hasta 250 casos por día.
Siguiendo las pistas que deja Instagram, una red social imprescindible en un festival consagrado a la era del selfi, por Coachella pasaron estos días famosos como Justin Bieber, Gigi Hadid, Kylie y Kendall Jenner, Bella Thorne, Paris Jackson, Alessandra Ambrosio, Sara Sampaio, Patrick Schwarzenegger, Paris Hilton, Halsey o James Corden.
Ariana Grande era el gran reclamo de Coachella, donde triunfó también en esta edición la española Rosalía. La moda es fundamental en Coachella empezando por los propios artistas, cuyas apuestas sobre las tablas siempre se miran con mucha curiosidad. Por ejemplo, llamaron la atención la actuación de la propia Rosalía, con un conjunto rojo de vinilo en dos piezas de la firma L.A. Roxx; o el puertorriqueño Bad Bunny, que llevó su trap latino al escenario principal de Coachella con un colorido traje de Louis Vuitton y unas enormes gafas de sol que prácticamente le tapaban la mitad de la cara.
la moda
Otros reforzaron su conocido «look» durante sus conciertos, ya fuera Childish Gambino, siempre con el torso al descubierto y vistiendo collares; o la sensación juvenil Billie Eilish, con una apuesta estética a mitad de camino entre el gótico y el estilo rapero. Entre el público de Coachella, encantado con los placeres exclusivos y la oferta gourmet del festival, la moda también es un asunto a tener en cuenta. Para las altas temperaturas en el desierto, especialmente a primera hora de la tarde, los pantalones cortos, no solo en tela vaquera, volvieron a ser un clásico este año. No obstante, el aire hedonista y despreocupado de Coachella también inspiró a muchas de sus fans a llevar trajes de baño y bikinis, a veces cubiertos con transparencias y otras sin nada por encima.
Hace unos años, las coronas y adornos de flores estilo hippie o bohemio eran fundamentales en Coachella, pero su tiempo de gloria parece haber pasado puesto que últimamente una de las cosas más vistas en el festival es el maquillaje con pedrería. Remates dorados, plateados y multicolores por la cara y el cuerpo, normalmente con formas curvas y en espiral, fueron así una apuesta secundada también por algunos hombres.
Tops de todos los colores y estilos así como vestidos finos también tuvieron su protagonismo entre las mujeres, mientras que en el caso de los hombres se vieron muchas camisetas deportivas, algunas de ellas «vintage». Para el recinto de tamaño descomunal del Empire Polo Club en el que se celebra Coachella, las deportivas parecerían el calzado más cómodo y adecuado, pero muchos se saltaron la lógica y vistieron tacones, botas vaqueras o sandalias.
El punto de vista práctico, al menos, sí se aplicó con más rigor en cuanto a los accesorios: las gafas de sol y los pañuelos para protegerse del polvo fueron clave para quienes, además de una fotografía ideal frente a la noria de Coachella, buscaran estar perfectamente equipados para esta exclusiva y sin igual fiesta en el desierto.