La polémica se ha desatado por la actitud del presentador en un programa vespertino y en horario infantil
08 sep 2017 . Actualizado a las 20:15 h.Juan y Medio ha sido el último presentador en verse envuelto en una polémica machista. Antes fueron Bertín Osborne, Pablo Motos y Risto Mejide, pero lo ocurrido hace poco en directo en el programa La tarde, aquí y ahora es posible que tenga más consecuencias que para sus otros antecesores.
En las imágenes que ha difundido la dirigente de Podemos Teresa Rodríguez, conocida por su activismo feminista y que denunció hace meses por acoso que interpuso contra un empreario andaluz que intentó besarla en un acto público, se ve como Juan y Medio, tijeras en mano, corta el vestido a su compañera Eva Ruiz mientras ella intenta cubrirse. La escena parece más propia de una película de Paco Martínez Soria que de un programa de una televisión pública que se emite en horario infantil en el año 2017.
«Vamos a cortar», decía Juan y Medio, mientras Eva Ruiz gritaba «¡yo bailo, yo bailo!». El caso es que tras un pequeño rifirrafe Juan y Medio se lanza a destrozar a tijeretazos el vestido de su compañera, mientras ella y el público del plató se ríen. «¡Para Juan, para, que se me ve todo», grita la mujer, mientras Juan y Medio cambia de lado para cortar tela, prácticamente hasta la cintura, por otra parte de la prenda. Como el bochornoso espectáculo sigue sin que nadie haga nada, ni sus protagonistas ni el realizador del programa (que podría perfectamente haberle dado paso a la publicidad), dos compañeros ayudan a salir del plató a la mujer, que intenta cubrise con una chaqueta o un fular. No contentos con el chiste malo que se está emitiendo, el programa pone una música de fondo de suspense. «¡Se ha vuelto loco!», asegura Eva Ruiz, mientras abandona el plató con una compañera y Juan y Medio tapándola. «Antonio (dice refiréndose al cámara) quieres dejar de enfocarme», pide la mujer, mientras Juan y Medio coloca delante de la cámara las tijeras y las abre y las cierra.
Como era de esperar, las redes sociales no han tenido piedad contra el programa, pero especialmente con Juan y Medio que centra la mayoría de las críticas. «¿Y si nuestros hijos cambiando de canal se encuentran con esto en la tele pública andaluza? ¿Creerán que es divertido hacerlo a otras niñas?», se pregunta en Twitter Teresa Rodríguez.
Pero lo más flagrante de la situación es que parece que no es espontánea, todo apunta a que formaba parte del guión del programa de Canal Sur. Lo que incluso es peor, porque a alguien se le ha ocurrido y a otros les ha parecido bien para llevarla a cabo. La lucha por la audiencia vespertina es muy dura, con competidores tan fuerte como Sálvame, un programa que con el paso de los años se ha convertido en una especie de reality en directo, donde los colaboradores meriendan, beben y hasta van al baño o lloran queriendo escapar del plató mientras las cámaras les graban. Y por extensión e imitación el resto de programas han terminado por caer ante la una «salvamización» que se ha extendido también a algunas revistas del corazón, donde los antes periodistas que hablaban de los famosos del corazón, ha terminado por convertirse ellos mismos en protagonistas.
Ellos tampoco hicieron gracia
La guerra por la audiencia lo puede todo. Solo por rapiñar unas décimas a los adversarios, son capaces de todo. Pero a veces, muchas últimamente, los malos chistes terminan por encontrar una respuesta muy crítica en los telespectadores, que en la era de las redes sociales han mudado el consumo de televisión ya que interactúan en vivo y en directo con el programa. Eso es precisamente los que le pasó a Bertín Osborne hace unos meses, cuando acudió como invitado a casa de Iker Casillas y Sara Carbonero en Oporto. Un inocente «¿Y Sara cocina bien?» provocó que las redes se echaran encima del presentador y este estallase días después y calificase la controversia de «una gilipollez propia de ...cortitos mentales. Esto parece un país de gilipollas con las cosas que se dicen... Yo no he sido machista en mi puñetera vida», sentenciaba.
Risto Mejide protagonizó una polémica similiar cuando llamó «calientapollas» a una invitada que acudió a All you need is love... o no. La explicación que la mujer dio sobre su «cariñosa» relación con su compañero de piso, al que ya había dejado claro que no quería tener ningún tipo de relación más allá de la amistad. A Risto Mejide, que la joven viese con su amigo películas dándose la mano o que se diesen un beso cada noche antes de acostarse le pareció tan mal que la calificó así: «Lo que estoy pensando no lo puedo decir… Pero esto en mi pueblo tiene un nombre. Qué coño, lo voy a decir. Esto es ser una calientapollas», zanjó.
Y Pablo Motos tampoco ha podido escapar al chiste malo a cuenta del machismo. Su polémico comentario ante las cuatro actrices que protagonizan Las chicas del cable las dejó un tanto descolocadas: «Ahora mismo las chicas se dividen entre las que saben perrear y las que no saben perrear». Y Twitter no tuvo piedad con él...
Aunque como demuestra esta recopilación de salidas de tono de el presentador de El Hormiguero, parece que se está ganando el puesto para convertirse en uno de los más odiados del panorama televisivo, aunque siga siendo líder de audiencia.