Gondán y Armón negocian una oferta conjunta para repartirse Barreras
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La compra excluye a la plantilla, y el astillero pedirá concurso en diciembre
04 nov 2021 . Actualizado a las 12:54 h.Hijos de J. Barreras es mucho astillero. Tanto, que da para partir y repartir, y aun así seguir siendo una de las mayores instalaciones navales de España.
Con esa idea trabajan los grupos navales asturianos Gondán y Armón, que son los dos candidatos favoritos para ganar el proceso de concurrencia competitiva abierto por la consultora Kroll, por encargo de los dueños de Barreras, Cruise Yacht Ltd, para desprenderse del astillero que compraron hace poco más de un año.
La sociedad con sede en Malta y participada por el fondo estadounidense Oaktree, a su vez inversor de The Ritz Carlton Yacht Collection, se constituyó para hacerse cargo de la firma viguesa y sacar adelante la construcción del crucero propiedad del armador americano. Pero una vez desviado el buque a Astander, y con Barreras en número muy rojos (77,1 millones de patrimonio neto negativo, pérdidas por importe de 68 millones y deudas por valor de 120 millones, en las cuentas auditadas del 2020), la sociedad maltesa que preside Douglas Prothero encargó a Kroll la reestructuración y venta de Barreras, un proceso que va quemando etapas y que culminará en el arranque del 2022, si no antes.
La primera fase del proceso se cerró el pasado 25 de octubre con nueve inversores que manifestaron su interés y un pequeño puñado de ofertas no vinculantes que empiezan a concretarse en las reuniones que transcurren en Madrid, según fuentes conocedoras del proceso de venta, que sitúan la propuesta de Gondán y Armón «en fase de conversaciones y con buenas perspectivas».
Asturianos y muy solventes
Según explican estas fuentes, si las negociaciones siguen por buen camino, Barreras quedaría repartido entre las dos firmas asturianas, aunque en proporción bien diferente. Armón está interesado en adquirir la parte de las gradas del astillero contiguas a sus instalaciones de Armón Vigo, y dos carros de construcción de grandes buques. El astillero que preside Laudelino Alperi tiene la mayor cartera de pedidos del naval español, está especializado en grandes y modernos buques pesqueros y se acaba de adjudicar el último oceanográfico licitado por el Instituto Español de Oceanografía.
Gondán, por su parte, está interesado en la adquisición de las instalaciones del astillero de Beiramar que están pegadas a la lámina de agua. El grupo con sede en Figueras (Castropol), está presidido por Álvaro Platero, a su vez presidente de Pymar, la sociedad de pequeños y medianos astilleros españoles, organización que lidera la propuesta del PERTE del Naval para captar fondos europeos de recuperación.
Fuentes conocedoras de las conversaciones a tres bandas entre Kroll, Gondán y Armón, explican que la operación que se plantea supone la adquisición de Barreras sin pasivos financieros y sin plantilla, aunque está prevista una cláusula por la que los compradores se comprometerían a reincorporar un porcentaje sin determinar del actual personal de Barreras. Antes de eso, el astillero se acogerá de nuevo al preconcurso de acreedores, a través de la figura jurídica denominada prepack concursal, para poner la unidad productiva a salvo de la liquidación. La deuda con la industria auxiliar y el riesgo de ejecución de las garantías depositadas por las navieras Havila y Armas para construir tres buques fallidos, hacen inviable la venta sin echar mano de la Ley Concursal.
El actual dueño de Vulcano entra en la puja y garantiza que conservará el 60 % de la plantilla
Además de las negociaciones con Gondán y Armón, la consultora Kroll tiene sobre la mesa una tercera oferta no vinculante defendida por el nuevo dueño de Astilleros San Enrique, antiguo Factorías Vulcano. Grupo Marina Meridional, presidido por José Alberto Barreras, veterano empresario vigués unido por vínculos familiares a Hijos de J. Barreras. Fuentes de las negociaciones aseguran que la propuesta de José Alberto Barreras es la más ambiciosa desde el punto de vista laboral, ya que con la compra del astillero garantiza la conservación del 60 % de la actual plantilla que el cuaderno de venta cifra en 120 trabajadores, aunque según los sindicatos superan los 140.
Estas fuentes aclaran que, aunque el mantenimiento del empleo es un factor que pesa a favor en el proceso de concurrencia competitiva, lo que más se va a valorar a la hora de la adjudicación es el plan industrial y las garantías de carga de trabajo, algo en lo que Gondán y Armón doblegarían la oferta del descendiente de la familia Barreras, atrapado en el fiasco de Vulcano. Y es que tras la adquisición en subasta, el astillero perdió la concesión portuaria (de nuevo a concurso) y la lámina de agua que da acceso al mar a las instalaciones navales. Ante la dificultad para poder desarrollar actividad alguna, José Alberto Barreras ha optado por ofrecer al Puerto de Vigo la venta de los 42.000 metros de instalaciones navales que compró en enero de este años por 7,8 millones, de momento sin éxito.